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El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investiga la procedencia de una vaca que fue hallada ayer muerta en la playa de El Carabassí, en el término municipal de Elche, aunque ya lindando con la localidad de Santa Pola, según indicaron fuentes municipales, que se encargaron de gestionar la retirada de la res, de lo que se hizo cargo una empresa especializada. Los veterinarios tratarán de averiguar las causas de la muerte, según Efe.

Los agentes de la Benemérita hallaron al animal, que por el aspecto que presentaba llevaba varios días muerto y en proceso de descomposición, a unos seis metros de la orilla. No obstante, la vaca se encotraba entera, según indicaron fuentes de la Policía Local, ya que el Ayuntamiento de Elche se hizo cargo de la res muerta.

El hallazgo del animal se produjo sobre las nueve y cuarto de la mañana de ayer y lo realizó un particular que se encontró a la vaca en la arena cuando pasaba por el lugar. La Policía Local se desplazó al lugar y también se dio aviso al Seprona, así como a una empresa especializada en la recogida de residuos de mataderos y de realizar los tratamientos térmicos posteriores - la incineración-, según explicaron los concejales ilicitanos de Seguridad Ciudadana y Sanidad, Emilio Martínez y Carlos Ávila, respectivamente.

La retirada del animal de la playa se prolongó durante casi toda la mañana. La retirada se producía finalmente pasadas las 13 horas, ya que hubo que esperar al vehículo de la empresa de Valencia, además de iniciar todo un protocolo para la retirada de la vaca muerta, que era de grandes dimensiones. De hecho, el Ayuntamiento de Elche tuvo que desplazar al lugar un vehículo "pala" para recoger al animal de la arena y trasladarlo al camión de la empresa especializada.

El Seprona detectó que al animal le faltaba un trozo de oreja, precisamente en la que debía de tener colocado el crotal de identificación del ganado, una especie de placa en la que consta a qué ganadería pertenece. Por este motivo, la Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar la procedencia de la vaca mientras que los veterinarios tratan de conocer el motivo de la muerte.

Fuentes municipales apuntaron la dificultad de conocer la procedencia, en el sentido que puede haber caído, por ejemplo, al río Segura en un temporal y llegado al mar con el viento de Levante, por lo que no necesariamente tendría que venir de las localidades los más cercanas. Asimismo, desde Sanidad destacaron la dificultad para conocer el origen de la res por el hecho de que no posee identificación, pues es el único modo para conocer su procedencia.