Elche volvió a vivir ayer una de sus tradiciones más bellas, arraigadas y participativas de la ciudad como es la celebración del Domingo de Ramos. Miles de ilicitanos y muchísimos visitantes se acercaron al centro de la ciudad para participar en la procesión o bien para presenciarla desde alguno de los puntos del trayecto que siguió el paso de Jesús Triunfante. Según datos de la Policía Local, en la procesión participaron aproximadamente unas 35.000 personas.

Además, las abarrotadas calles de antes, durante y después de la procesión dejaban evidencia de la cantidad de turistas -incluidos los llegados de otros países- que visitaban la localidad, ya que esta celebración está declarada como Fiesta de Interés Turístico Internacional.

La mañana comenzó con la bendición de las palmas, que corrió a cargo del vicario episcopal, Vicente Martínez. En su discurso, hizo referencia al momento penoso que atraviesan actualmente muchas familias por la crisis y pidió a las costaleras de la Cofradía de la Santa Mujer Verónica, que este año eran las encargadas de portar el trono, que ofrecieran su fatiga y cansancio del recorrido "por todas las familias que sufren el paro" y por la esperanza por que "pronto puedan llevar una vida digna". Del mismo modo, recordó el significado de esta celebración que tiene su origen en la entrada de Jesús en Jerusalén, y también dedicó una oración a los sacerdotes y recordó que la Iglesia reza por ellos.

Muchos ilicitanos con sus palmas, familias enteras, llenaban el Paseo de la Estación en los momentos previos al inicio de la procesión para recibir la bendición. Sin embargo, fue una multitud la que se sumó a lo largo del trayecto. Al tratarse de una procesión en la que participan multitud de niños pequeños, muchos padres se van sumando a lo largo del recorrido. Así, en la avenida del País Valenciano se sumaron gran cantidad de fieles.

De ese modo, a la llegada a Santa María, el "Pas de la Burreta" -como se le denomina de manera tradicional en Elche-, estaba acompañado por miles de personas de todas las edades. Y, de igual forma, las calles lucían abarrotadas de público, destacando puntos como la Plaça de Baix, las Cuatro Esquinas, en la Corredera y, en el tramo final, el Paseo de les Eres de Santa Llúcia.

La procesión estuvo encabezada por la Banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad de la Flagelación y Gloria, tras la que se mostraban los ramos que han tomado parte en el concurso de palma blanca de este año. A continuación transcurría un río interminable de palmas y ramos .

Además, en la procesión también tomaron parte representantes de la Gestora de Festejos Populares, y de las diversas cofradías de Semana Santa, que también exhibieron sus estandartes. Así, a la cabeza de éstos se situó el de la Virgen de los Dolores. Por el contrario, en último lugar, más cercano al paso, se ubicó el de la Cofradía de la Santa Mujer Verónica, cuyas costaleras portaban la imagen de Jesús Triunfante.

El trono iba convenientemente adorado con palma trabajada en forma de flores y ornamentación vegetal. Tras el paso, participaban los representantes eclesiásticos, incluido el vicario episcopal, así como miembros de la Junta Mayor de Cofradías, seguidas de las autoridades municipales, con concejales populare y socialistas, y el alcalde, Alejandro Soler.