El Ministerio de Medio Ambiente ha asegurado que el trasvase Tajo-Segura llegará a tiempo, en dos meses, y con agua suficiente para que los agricultores rieguen sus plantaciones de primavera-verano y los árboles frutales. Fuentes oficiales confirmaron ayer a este periódico que la decisión de paralizar el trasvase no correspondió a la ministra Elena Espinosa, sino a la Comisión Central de Explotación del Acueducto, y que se basa "única y exclusivamente" en criterios "técnicos". Estos criterios han tenido en cuenta las obras de reparación de la toma de la conducción en Los Llanos (Albacete).

El portavoz del mMinisterio de Medio Ambiente destacó que "a pesar de la sequía y de la situación de escasez que han padecido los embalses de la cabecera del Tajo en los últimos años, nunca ha faltado el agua" para el sureste español, por lo que "tampoco va a faltar ahora. El trasvase, que fue aprobado por la Comisión Central de Explotación del Acueducto, se hará como se ha hecho siempre, también en condiciones más difíciles que la actual".

"La única motivación -insistían las fuentes oficiales- está en las obras de reparación de la toma de Los Llanos, una actuación que entre otras cosas tiene como objetivo ahorrar agua". El ministerio quiere trasladar a los regantes un mensaje de tranquilidad. "No deben tener ninguna incertidumbre a la hora de plantar. Si en condiciones más difíciles se ha exprimido al máximo el Tajo, ahora también se concederá la cantidad necesaria para el riego", aseguró a este periódico un portavoz ministerial.

Preguntado expresamente por la causa concreta para no aprobar la cantidad de agua a trasvasar, el ministerio insistió en que la decisión fue de la Comisión Central de Explotación del Acueducto "y está tomada teniendo en cuenta la situación de la cabecera del Tajo". Por tanto, nada que ver con la discusión del estatuto manchego que está en las Cortes. "El Parlamento trabaja en su ámbito competencial y el ministerio en el suyo", sentenciaron desde Medio Ambiente.

A pesar de las palabras del responsable del ministerio, la preocupación de los regantes sigue vigente "porque nosotros debemos saber la cantidad de agua de que disponemos, porque todavía estamos racionando nuestros caudales. Según qué agua llegue podremos plantar unos cultivos u otros", apuntaba ayer el portavoz de Riegos de Levante, Ángel Urbina. Si solamente son problemas técnicos "les propongo que digan qué cantidad van a enviar para regadío y que la manden al pantano de Alarcón, para desde allí traérnosla cuando estén las obras acabadas".

Los regantes aseguran que "no ha faltado agua para abastecimiento, eso es cierto, pero sí para regadío. La prueba es que hemos tenido que comprar agua a la comunidad de regantes de Estremera y que en los últimos años han desaparecido miles y miles de árboles, perjudicando no sólo al agricultor, sino también nuestro medio ambiente al reducir la captación de dióxido de carbono". Según Urbina, en el sur de Alicante han desaparecido el 90% de los almendros, el 60 de cítricos y sólo nos quedan en Elche los granados y las hortalizas, eso sí, si sabemos qué cantidad de agua va a venir, porque sino no plantaremos nada".

Urbina aprovechó para decir que "es triste que ante la arrancada de miles de árboles en el sureste español ningún ecologista haya denunciado al ministerio por delito ecológico, como sí han hecho con los humildes regantes por regar con poca y mala agua para mantener esos árboles. Con lo cual, no ha habido agua, ha faltado. Hemos sacrificado nuestros cultivos y encima hemos sido procesados, maltratados e insultados y además nos quieren dar lecciones en nuestra propia casa de lo que tenemos que hacer", sentenció.