El Grupo de Información (GIC) de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete, dentro de la operación denominada "Mi tierra", ha desmantelado una red organizada que se dedicaba a la explotación laboral de ciudadanos extranjeros.

La red disponía de 38 locutorios en distintas partes de España, uno de ellos en Elche y otros tres en Albatera, Elda y Orihuela, en los que trabajaban 80 empleados (ecuatorianos, bolivianos, colombianos, rumanos y marroquíes) a los que se les obligaba a trabajar casi en situación de semiesclavitud" y sin el reconocimiento de ningún derecho laboral, ya que la práctica totalidad de las víctimas eran inmigrantes en situación ilegal en el país.

La operación culminó con la detención en Torrepacheco (Murcia), donde tenían su sede central, de dos de los cabecillas de la red, el que actuaba como empresario y el "jefe de personal" y a los que se imputan diversos delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal, contra los derechos de los trabajadores, extorsión o coacciones.