La empresa concesionaria del servicio de Limpieza en Elche inició ayer los trabajos para restaurar el vertedero situado junto al Pantano. El Ayuntamiento ordenó la urgente intervención en la zona, donde operarios de Urbaser realizaron labores de sellado de las cárcavas aparecidas, así como de rehabilitación del vallado que se había perdido por el arrastre de materiales pesados.

El concejal de Limpieza, José Manuel Sánchez, atribuía a Urbaser la propiedad del vertedero de Itusa, antigua empresa concesionaria. Según el edil, Urbaser fue la encargada hace unos tres años del sellado de la instalación y desde entonces se ha estado encargando del mantenimiento de la instalación.

Según el concejal, ayer mismo "instamos a la empresa concesionaria a que cuanto antes solucionara el problema que pueda haber". El edil dudaba de que los residuos aparecidos en las fotografías publicadas por este periódico pertenecieran a afloraciones provocadas por las lluvias. José Manuel Sánchez apuntaba a que se trata de vertidos ilegales y apuntaba que "en cualquier montaña podría ocurrir lo mismo, porque cuando llueve se producen corrimientos normales de tierras". A su vez, fuentes de la empresa Urbaser apuntaron que hace dos meses el basurero se encontraba en perfectas condiciones y Sánchez remarcó que los arrastres no habían provocado daños en ningún camino.

Origen

Por contra, fuentes expertas que han seguido el problema desde sus orígenes apuntaban que las primeras grietas comenzaron a aparecer el pasado año, aunque lo que sí es cierto es que las fuertes lluvias de septiembre fueron las causantes de los corrimientos de tierra más graves, que con el arrastre de materiales del vertedero han provocado que el camino del Pantano haya quedado intransitable en vehículo.

Este periódico también comprobó in situ que los vertidos ilegales no se pueden haber producido en los puntos donde han aparecido las cárcavas, ya que son de acceso muy complicado, imposible en vehículo y difícil a pie. Por otro lado, los expertos universitarios consultados por este periódico coinciden en asegurar que cuando se erosiona un vertedero con las dimensiones del situado junto al Pantano, con los taludes de tanta altura, tan cerca del río, debajo no aparece el afloramiento rocoso que habitualmente se da en un monte erosionado por el agua, sino que se libera el contenido, los vertidos. En este caso, el riesgo ambiental ha sido mucho mayor y nada tiene que ver con el proceso natural de erosión de los suelos.

El arrastre de desechos contaminantes como plásticos, pilas y desescombros de obra, hacia el río Vinalopó, situado a sólo 100 metros del lugar, ha supuesto una amenaza indudable para el ecosistema del cauce.

Un sellado de gran complejidad por el terreno

El terreno del vertedero es complicado, accidentado y tiene fuertes pendientes naturales, lo que provoca que la erosión en la cuenca sea elevada cuando hay lluvias torrenciales, según explicaron ayer a este periódico fuentes expertas universitarias. Los mismos especialistas apuntan que los suelos de la instalación son esqueléticos y se pierden con facilidad. Cuando se erosiona una montaña, aparecen debajo afloramientos rocosos, que seguirán el proceso de meteorización y la formación de suelos. Ese proceso es el normal. El ocurrido en el vertedero desvela la complejidad del terreno y que algo falla en el sellado.