Muchas de las personas que se sienten dominadas de forma desmedida y sin control por el uso y abuso de las drogas, el alcohol, el juego o el tabaco pasan cada año por alguna de las dos UCAs (Unidad de Conductas Adictivas) existentes en la ciudad con el fin de refrenar sus impulsos y controlar sus dependencias. Estas unidades dividen su trabajo en lo que denominan adicciones "legales" e "ilegales" y sus profesionales plantean su actuación desde perspectivas distintas en función de las necesidades del paciente.

Por la UCA de Altabix pasan cada año alrededor de medio millar de personas "nuevas" que tienen problemas con el alcohol, con sustancias farmacológicas de la familia de las benzodiacepinas, con el juego o con el tabaco, aunque también hay un pequeño porcentaje de usuarios que presentan dependencia hacia las compras compulsivas, el abuso de internet o la utilización incontrolable del móvil. "De estos últimos pacientes podemos tener unos cinco o seis casos al año. En el caso de las nuevas tecnologías suele ser más frecuente en adolescentes y gente joven, ya que nosotros intentamos no atender a los menores y remitirlos a los servicios adecuados. En el caso de las compras compulsivas se trata de mujeres de mediana edad que tienen un mayor poder adquisitivo", señaló Lola Gómez, coordinadora de la UCA de Altabix y trabajadora social de la unidad.

En estas dependencias se da asistencia multidisciplinar a los usuarios, puesto que las UCAs cuentan con un equipo de profesionales compuesto por un trabajador social, un psicólogo, un médico y un enfermero y disponen de la posibilidad de desviar a los pacientes que lo precisen a cualquier recurso público tanto sanitario como judicial o de servicios sociales.

En este sentido, la directora de Atención Primaria, Sofía Clar, remarcó que desde hace un año las UCAs del Baix Vinalopó están integradas "en los equipos de Atención Primaria para que la coordinación con los centros de salud sea máxima", un proyecto que Clar destacó como novedoso y que aseguró que está proporcionando unos resultados excelentes.

Según los datos que maneja la UCA de Altabix, anualmente se incorporan a sus instalaciones 200 personas con problemas de alcohol, 40 con ludopatías, una decena con adicción a las pastillas y más de un centenar de pacientes dependientes al tabaco, a las que hay que sumar cinco o seis con alteraciones por las compras, el móvil o internet. A este medio millar de pacientes "nuevos" se suman otros setecientos usuarios en tratamiento de años anteriores.

El perfil de los pacientes que utilizan las instalaciones de El Toscar es diametralmentre opuesto. En esta unidad, los usuarios presentan dependencia a la heroína, la cocaína, el cannabis o las benzodiacepinas en sus múltiples modalidades y también hay algunos que son poliadictos. "Ultimamente estamos detectando muchos casos en los que no sólo hay adicción a una sustancia, sino a varias", señaló Nuria Sánchez, coordinadora y psicóloga de la UCA de drogas "ilegales" de El Toscar.

También por estas instalaciones pasan anualmente una media de 500 nuevos pacientes o que después de un largo periodo de abstinencia han sufrido una recaída, por lo que el "activo" de usuarios en unos tratamientos que suelen ser muy largos se sitúa en unos 1.200. "La mayor parte de los usuarios son hombres entre 25 y 44 años y estamos notando de un tiempo para acá un repunte en el consumo de la heroína porque las personas que llevan muchos años consumiendo cocaína sólo pueden recurrir a la primera de estas drogas para aminorar el malestar que sienten", manifestó Sánchez.