Un piso destruido por el fuego, un edificio desalojado por el humo y una vecina atendida tras sufrir una crisis nerviosa es el balance de un incendio que ocurrió ayer, sobre las 9.45 horas, en una vivienda situada en el número 17 de la calle Morera, en el barrio de Los Palmerales. En el inmueble, una primera planta, sólo había un perro cuando se iniciaron las llamas y éste se salvó. El fuego comenzó en un pequeño cuarto donde se encuentra la secadora y la plancha y donde se almacena la ropa, lo que favoreció una combustión rápida, según explicó al periódico un portavoz del Parque Comarcal de Bomberos del Baix Vinalopó que apuntó a un cortocircuito como causa del incendio. El hecho de que la puerta de la habitación se encontrara cerrada evitó que los daños fueran mayores, ya que la estancia quedó destruida, pero no así el resto de la vivienda que sufrió daños debidos a la gran cantidad de humo que se originó y por el calor. La fachada y otras viviendas superiores también se vieron afectadas por el humo.

El desalojo del edificio, según explicó la Policía Local, se realizó de forma ordenada y en pocos minutos mientras que una brigada de siete bomberos con equipo autónomo procedía a extinguir el incendio y a ventilar el inmueble.

Los vecinos lamentaban ayer el siniestro ocurrido en la vivienda, máxime porque la propietaria, Antonia López, quien está separada y tiene cuatro hijos, carece de seguro ya que lleva meses en el desempleo; de hecho cobra una ayuda social. Ayer la primera que llegó al piso fue su madre, que vive en San Antón y que tendrá que realojarla. Una de las asociaciones del bario propuso pedir al IVVSA (Instituto Valenciano de la Vivienda SA) que ayudara en la reparación dada las circunstancias del caso y teniendo en cuenta que en otros siniestros similares ha actuado del mismo modo. Un vecino aseguró que llueve sobre mojado en este barrio humilde donde muchos están sin trabajo.