Un estudio europeo en el que participa el investigador de la Universidad Miguel Hernández Jesús Vioque sugiere que la combinación de bajos niveles plasmáticos de antioxidantes y la exposición a la luz azul (los rayos perjudiciales de la luz solar) se asocia a un mayor riesgo de padecer la forma más común de degeneración macular de la retina asociada a la edad (DMAE). Los resultados del estudio se publican en el último número de octubre de "Archives of Ophthalmology".

"La retina es vulnerable a los efectos perjudiciales de la luz", señalan los autores del trabajo. "Mientras la mayor parte de la longitud de onda de la radiación ultravioleta es absorbida en su mayor parte por la córnea y la lente ocular, la retina se expone a la luz visible, incluida la denominada luz azul", agregan.

Estudios de laboratorio y con animales sugieren que la luz azul puede dañar la retina y contribuir al desarrollo de DMAE, que ocurre cuando el área de la retina responsable de la visión más aguda (mácula) se deteriora.

Nutrientes antioxidantes, entre los que se incluyen las vitaminas C y E, los carotenoides (luteína y zeoxantrina) y el zinc, pueden proteger a la retina contra los efectos perjudiciales de la luz azul. Los investigadores midieron los niveles de estos nutrientes en 4.753 personas de edad avanzada (edad media de 73.2 años) que participaron en el estudio sobre salud ocular de los que unos 600 fueron seleccionados en Alicante por el grupo dirigido por el profesor de la UMH Jesús Vioque.