El Cuerpo Nacional de Policía ha abierto una investigación por un delito de robo con violencia y otro de daños en relación con la denuncia interpuesta en la Comisaría por un representante de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) una semana después de detectar que le habían "pinchado" a su paso por el término municipal de Elche la tubería del oleoducto que transporta gasóleo desde Cartagena a Alicante. Las diligencias policiales corren paralelas a las abiertas por un delito contra el medioambiente que investiga el grupo del Seprona (Servicio de Protección a la Naturaleza) de la Guardia Civil en Elche, que fue quien alertó de lo ocurrido a la Conselleria de Medio Ambiente, al Ayuntamiento y a la propia mercantil la semana pasada.

A día de hoy se desconoce la cantidad de lo sustraído pero los investigadores tienen claro que el daño al medioambiente y el combustible que se derramó durante días sobre un azarbe de Carrizales, filtrándose al subsuelo, supera con mucho el valor del gasóleo robado. Las tareas de recuperación del mismo continuaban ayer en la zona y la Guardia Civil tendrá que supervisar cuando acaben los labores las tareas para extracción de la tierra empapada hasta un punto donde puedan limpiarse convenientemente, lo que no será ni fácil ni barato.

Según pudo saber este periódico, el principal contratiempo con el que han comenzado las investigaciones policiales es la semana que ha transcurrido desde que se descubrió el robo hasta que se presentó la denuncia, lo que dificulta la averiguación de pruebas y datos que permitan llegar a los autores. A priori todo hace pensar que los ladrones llevaron grandes bidones, transportables en un vehículo, para llevarse el combustible y que abandonaron la zona al comprobar que el grifo instalado perdía y era probable que de haber continuado esta lenta tarea en días sucesivos hubieran sidos descubiertos, ya que era evidente cómo el combustible se extendía por la zona. Ahora bien, nadie sabe durante cuánto tiempo se estaba procediendo, de noche, a esta tarea.

Desde el Ayuntamiento de Elche se indicaba ayer que es el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil el que se ha hecho cargo de la investigación que por el momento no han arrojado pista alguna sobre los artífices del robo. Fuentes municipales indicaron que fue el 5 de octubre, a las 15.30 horas, cuando se detectó una bajada de presión en el oleoducto. La fuga no pudo ser localizada hasta el 7 de octubre. Desde la Administración local ilicitana se indicaba ayer que se está trabajando en dos líneas, por una parte, el robo del gasóleo y, por otra, el delito ecológico que se ha producido.

En este sentido, la asociación Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) afirmó que no se debe minimizar la importancia del vertido por el hecho de que no haya entrado al parque natural de las Salinas de Santa Pola, puesto que el lugar donde se produjo se encuentra en el perímetro de protección común con el también parque natural de El Hondo.

Su portavoz, Miguel Ángel Pavón, recordó que los Carrizales de Elche están incluidos en el catálogo de humedales protegidos de la Comunidad Valenciana y constituyen un pasillo ecológico entre los citados parques naturales.

Los ecologistas entienden que la Conselleria de Medio Ambiente debe enviar a sus técnicos para valorar la importancia del vertido y el posible impacto en la zona y presentar una denuncia en Fiscalía por delito ecológico contra los autores del "pinchazo" que vaya más allá del presentado por CLH ante el Cuerpo Nacional de Policía. En su defecto, AHSA está dispuesta efectuar esta denuncia

El último caso fue en agosto en un pueblo de Madrid

A finales del pasado mes de agosto se registró en el oleoducto Rota-Zaragoza, en el pueblo madrileño de Los Santos de la Humosa, un robo similar al cometido en Elche, aunque en ese caso los autores fueron detenidos cuando transportaban garrafas de combustible que, posteriormente, pretendía vender en Torrejón de Ardoz. La compañía cifró en aquella ocasionó el valor de lo sustraído en 35.000 euros y detectó el robo por la pérdida de presión de la tubería. El trabajo de perforación fue fácil y por el "modus operandi" se podría tratar de un grupo similar al de Elche porque la labor consiste en poner un grifo industrial y comenzar a rellenar garrafas..