La gala de proclamación del abanderado y los capitanes de los bandos moro y cristiano celebrado el sábado por la noche en la Rotonda supuso el inicio de los actos festeros oficiales de la Asociación de Moros y Cristianos. La velada se caracterizó por rendir un particular homenaje a la música festera, que estuvo presente durante todo el acto y a la que se hicieron numerosas referencias por parte de los participantes. Un castillo de fuegos artificiales anunció que los Moros y Cristianos ya tenían a su abanderado y capitanes para este año. La Rotonda del Parque Municipal acogió el sábado por la noche el acto de proclamación de los cargos de abanderado y capitanes de ambos bandos de la Asociación de Moros y Cristianos. Este año el abanderado de la entidad es Ricardo Pérez Asencio, de la comparsa Huestes del Califa. La Capitanía mora recae en Jaime Bru Agulló, de Musulmanes Almorávides, mientras que de ostentar la Capitanía cristiana se encarga Antonio Sempere Penalva, de Estudiantes.

La velada, que supuso el inicio de la actividad festera de cara a las fiestas patronales, tuvo como elemento destacado la utilización de la música, que se convirtió en el hilo conductor y estuvo presente a lo largo de todo el acto.

La gala comenzó con una emotiva despedida a quienes han ocupado estos cargos durante este último año a través de un audiovisual. A continuación, el presidente de Moros y Cristianos, Pedro José Bernabeu, subió al escenario para presidir el acto y anunció que la asociación está preparando una exposición para lo que ya se encuentra catalogando objetos y documentación, así que aprovechó para animar a los festeros a participar aportando sus fotografías antiguas. Además, recordó algunos momentos vividos por la entidad este año, entre los que destacó el Simposio de Música Festera celebrado en la ciudad, al que posteriormente también se referirían otros participantes en la velada.

El siguiente en pisar el escenario, decorado para la ocasión con elementos del bando moro y cristiano, fue el abanderado 2008, Ricardo Pérez, que recibió la bandera de su predecesor Francisco Bordonado. Tras ello, hicieron su aparición los cargos de cada comparsa, que recibieron los aplausos de los festeros que llenaban el recinto, y se colocaron en un lugar reservado en el escenario bajo su correspondiente estandarte para arropar a quienes serían proclamados más tarde como capitanes de ambos bandos.

En este punto, destacó la importancia de la música que les acompañaba en su aparición sobre el escenario. Así, los festeros que este año van a representar a su comparsa se presentaron ante el público al ritmo de una marcha significativa elegida para la ocasión.

Posteriormente, les tocó el turno a los que eran, junto con el abanderado, los protagonistas de la gala: los capitanes moro y cristiano, Jaime Bru y Antonio Sempere, respectivamente. Ambos cargos y el abanderado recibieron de manos del presidente de la entidad las credenciales correspondientes a su cargo, momento que culminó con un castillo de fuegos artificiales.

El mantenedor del acto, Alfonso Llorca, que se definió como "un enamorado de la fiesta de Moros y Cristianos" explicó en su intervención la importancia de estas celebraciones en relación a su carácter social y destacó sus vínculos con la la historia, con la Patrona de Elche, con la cultura y con la tradición.

El alcalde, Alejandro Soler, se encargó de cerrar la gala con unas palabras en las que destacó el trabajo de todas las personas que se encargan de organizar cada uno de los actos. Además, también recordó el convenio firmado entre el Ayuntamiento y la Asociación de Moros y Cristianos que "ha triplicado la ayuda del Ayuntamiento a estas fiestas".

MANTENEDOR DE LA GALA

Fiestas ligadas a la historia y la cultura

El mantenedor del acto, Alfonso Llorca Buch, hizo un recorrido por los actos más destacados de las fiestas de Moros y Cristianos de Elche y recordó las entradas, el alardo y las embajadas. En relación a la parte histórica de las fiestas, recordó el origen de estas celebraciones, con las guerras de moros y cristianos, así como la herencia recibida de aquella época en esta tierra ilicitana, convertida en "un vergel". En relación al aspecto tradicional de estas celebraciones, destacó que se trata de "una transmisión de costumbres y creencias. Hay jóvenes que hace treinta años lograron sacar la fiesta a la calle y han sabido crear una tradición" al transmitirla a sus descendientes, con lo que resaltó el papel que han tenido los festeros a la hora de crear algo que perdura. Por otro lado, también tuvo palabras especiales para el papel de la música en las fiestas, hasta el punto "que se ha logrado consolidar un género musical: la música festera", y recordó el simposio de música de este tipo celebrado en Elche. Dentro del componente social de las celebraciones, destacó el sentimiento de compañerismo que fomenta, el concepto de "hombro con hombro", lo que supone pensar de manera colectiva como miembro de una filà.