Los trabajadores de la empresa de alfombras y moqueta Hijo de Augusto Mas celebraron ayer una asamblea de seguimiento al conflicto laboral por el que atraviesa la empresa y que ha desembocado en un expediente de regulación de empleo que afecta a los 50 empleados de la mercantil.

Tras discutir largo y tendido sobre el tema, los empleados llegaron a la conclusión de que es necesario que, hasta que no se aclare la situación, la actual gerencia de la empresa y sus principales accionistas deben dejarse ver y tomar las riendas de la fábrica que está funcionando sin ningún miembro del departamento de dirección. Por este motivo, aseguró ayer el portavoz de los trabajadores, José Manuel Pascual, "los administrativos no saben cómo responder a los clientes cuando les piden fechas concretas para el envío de sus pedidos".

Además, los trabajadores aseguraron que esta misma semana se han percatado de que la empresa tenía un pedido importante que debería haberse facturado por estas fechas y que reportaría ingresos por valor de 240.000 euros.

En este sentido, un pedido de uno de sus clientes más importantes duda ahora mismo si seguir trabajando con Hijo de Augusto Mas si no se le da una fecha de entrega, aunque para ese pedido no disponen de la materia prima necesaria.

Según José Manuel Pascual, "la gerencia ha ocultado este pedido porque con él no se hubiera llevado a cabo el expediente de regulación de empleo". Pascual dijo que "da la impresión de que no están interesados en que la empresa salga adelante porque han engañado a los trabajadores y a la administración". Los empleados también quieren que se les explique cómo se ha llegado a esta situación porque aseguraron que "ahora mismo tenemos pedidos por valor de 700.000 euros".

Mientras tanto, el abogado de la empresa, Alfredo Javaloyes, continua negociando una salida al conflicto buscando el apoyo de nuevos inversores dispuestos a asumir la dirección de la mercantil más antigua de Crevillent. El primer intento fue fallido pero el abogado aseguró estar esperanzado lograr un buen final con el plan alternativo al inicial, que suponía la compra de la empresa por un inversor alemán.