La continuidad de Pacheta en el banquillo del Elche la próxima temporada es la incógnita más importante que rodea a todo el entorno franjiverde después del brillante ascenso a Primera División.
Ayer era el día D para que el técnico burgalés mantuviese una primera reunión con la dirección deportiva y el dueño del club, Christian Bragarnik, para decidir el futuro, pero fue suspendida. Ademas, la entidad franjiverde, a través de su presidente, Joaquín Buitrago, tampoco aclaró si se le iba a presentar la oferta de renovación, mientras que el máximo accionista, Christian Bragarnik, sigue guardando silencio y declinando hacer declaraciones.
Incluso, desde Argentina publicaron recientemente que el técnico argentino Jorge Almirón, que representa Bragarnik y que está sin equipo después de dirigir al Al-Shabab de Arabia Saudita, estaba en la órbita del Elche.
La relación de Pacheta con el director deportivo, Nico Rodríguez, se ha deteriorado en los últimos meses y el máximo accionista tampoco estaba por labor de renovar al entrenador burgalés en caso de no haber subido a Primera División. Pero ahora las circunstancias han cambiado con el ascenso y pocos entenderían la no continuidad del principal arquitecto de los éxitos franjiverde en la últimas temporadas.
Pacheta se encargó ayer de alimentar más el suspense y con sus declaraciones, unido a la premura de tiempo para poner en marcha el nuevo proyecto, dejó entrever, si no varían los condicionantes, que va a ser complicado que siga en el banquillo del Martínez Valero.
El técnico burgalés ha pedido uno días más para «desconectar» y «descansar» antes de negociar, algo que marcan los indicios de por donde van los acontecimientos.
«Estoy agotado, necesito ir a ver a mi padre, que llevo siete meses sin verlo, y limpiar mi mente antes de hablar y valorar todo», comentó el técnico durante el acto institucional de la celebración del ascenso, que tuvo lugar ayer en el estadio Martínez Valero.
El entrenador burgalés intentó mantenerse siempre en un segundo plano y ni siquiera quiso participar en los discursos. Se sentó en la primera línea del palco junto a dos de los capitanes: Gonzalo Verdú y Juan Cruz, pero bastante alejado de Christian Bragarnik, con quien sí que se le vio más cercanía y gestos de complicidad durante el viaje a Girona.
«Los protagonistas son los futbolistas. Ellos son los que han conseguido este éxito», indicó antes las insistencia de los medios de comunicación para que hablase.
A pesar de que urge la toma de decisiones porque la entidad franjiverde tiene poco tiempo para empezar a poner los cimientos para el nuevo proyecto en Primera División, Pacheta aseguró que no se marca ninguna fecha para aclarar su futuro. «Ahora toca esperar unos días. No estoy en condiciones de tomar decisiones. Estoy cansado, necesito desconectar».
El entrenador burgalés señaló que pueden ocurrir las dos cosas, tanto su continuidad como su posible salida. Bragarnik y Nico Rodríguez deben decidir.
