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Objetivo: 64 puntos

Los últimos precedentes de LaLigaSmartbank obligan al Elche de Pacheta a sumar 14 puntos de los 21 que hay en juego hasta final de curso para meterse en el play-off de ascenso a Primera

El franjiverde Josema, la pasada jornada junto al deportivista Merino. antonio amorós

El Elche ha pasado de gregario a cabeza de filas, esta interrumpida 19-20 se está convirtiendo en una larga travesía pero el conjunto de Pacheta saca pecho, ha descartado seguir mirando por el retrovisor y ha conseguido la permanencia antes de lo marcado. Seguir un año más en LaLigaSmartbank era el reto del conjunto franjiverde a comienzo de curso, en el que se depositó la fe en Pacheta, el «técnico milagro» que ascendió al equipo a Segunda y lo mantuvo con cierta holgura el pasado curso a pesar de las apreturas salariales.

Ahora, con los deberes hechos, hay tiempo para soñar. No es ninguna quimera, sino la realidad que se ha ganado el equipo a base de trabajo durante todo el curso y, pese a que su vuelta a la competición tras el coronavirus está siendo muy irregular, el Elche tiene derecho a intentarlo. De hecho, ninguno de los equipos de la zona alta ha irrumpido con fuerza tras la cuarentena. Por delante, siete jornadas en las que luchar por algo jugoso y apetecible para un equipo que ha virado hacia un objetivo más suculento.

Las estadísticas de las últimas temporadas en la categoría garantizan que el equipo que sume 64 puntos jugará play-off de ascenso. Para manejar tales guarismos, el equipo de Pacheta debería sumar 14 de los 21 puntos que quedan por disputarse; si bien la temporada promedia una cantidad ligeramente menor. Sea como fuere, el Elche tiene por delante tres encuentros en casa y cuatro fuera. El primero de ellos será mañana en casa de la UD Las Palmas, que marcha décima con 46 puntos, a cuatro de los franjiverdes. Después deberá recibir al Cádiz, el líder de la categoría, el próximo martes. Después, Racing y Mirandés fuera de casa; el Albacete en el Martínez Valero; el Fuenlabrada a domicilio y el final de liga será en Elche ante el Oviedo. Los tres últimos, ante rivales que se juegan un condensado descenso.

Fuera tabús en el vestuario

El vestuario no esconde esa ilusión, el tabú ha quedado atrás y los futbolistas del Elche saben que la afición, que ve desde la distancia al equipo por las medidas de seguridad de la Liga por el covid-19, desea verse de nuevo entre los mejores tras el abruto descenso de la 14-15. Ayer el central franjiverde Dani Calvo hablaba sobre ese sueño común: «Nos hemos quitado la presión de tener que llegar a los cincuenta puntos y hay que jugar liberados, a ver si podemos disputar esa promoción que equipo y afición desea».

Calvo expresaba ayer el cambio de estilo que debe hacer el equipo mañana ante los canarios: «Tenemos que arrebatar la posesión del balón a los jugadores de Las Palmas y hacerles correr si quiere vencer el próximo sábado en el estadio de Gran Canaria». «Será un partido complicado porque ellos juegan bien al fútbol, tenemos que tener posesiones largas para que se sienten debilitados sin el balón», dijo el jugador aragonés, quien afirmó que el vestuario ya se ha recuperado de la «dura derrota» ante el Deportivo. Además, recordó que con el actual calendario «hay poco tiempo para lamentarse».

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