Sin gol no hay paraíso y cuando perdonas al final lo pagas. Estas dos máximas tan manidas en el mundo del fútbol las sufrió ayer en sus propias carnes el Elche. Cuando los franjiverdes tenían encerrado en su área al Deportivo, una contra mal defendida, cuando los gallegos jugaban con un hombre menos, permitió el gol Hugo Vallejo y a la postre la victoria de los gallegos.
Fue un duro varapalo para el equipo de Pacheta, que podía haber dado un paso de gigante en su lucha por el «play-off» de ascenso y dejó pasar una gran gran oportunidad. Los ilicitanos hicieron méritos para ganar. Tuvieron mucha más posesión de balón, jugaron la mayor parte del tiempo en el campo de su rival, que tras la expulsión del japonés Gaku (m. 31), colocó una muralla de cinco defensas y cuatro por delante para intentar frenar la avalancha ofensiva del equipo de Pacheta, pero, al final, los tres puntos se fueron a Riazor.
El Elche, a pesar de poner innumerable centros al área y de disponer de muchas llegadas no tuvo claridas en ataque y se estrelló ante el ordenado juego ofensivo del conjunto de Fernando Vázquez. Y lo que es peor, encajó el tanto de la derrota en una acción en la que Mollejo le ganó la partida a Tekio y Hugo Vallejo sorprendió a la zaga franjiverde anticipándose en el remate a Andoni. Una autoflagelación en toda regla.
Pacheta decidió apostar de nuevo por una defensa de tres centrales y repitió con Gonzalo Verdú, Dani Calvo y Josema. Puso a Andonio López en el lateral izquierdo para dar descanso a Juan Cruz y optó por Manuel Sánchez en lugar de Ramón Folch como pivote defensivo. Le dio la manija del juego a Iván Sánchez partiendo desde la derecha y buscó la velocidad, en esta ocasión, desde la izquierda con Josan. Además, refrescó el ataque con Pere Milla y Jonathas en lugar de Nino y Dani Escriche.
El comienzo de partido confirmó que la apuesta era la adecuada. El Elche tuvo la manija del balón y encerró al Deportivo en su campo. En una acción de estrategia, tras un saque de esquina de Josan, Iván Sánchez estuvo a punto de marcar con un disparo en el segundo palo. Jonathas también tuvo mucha presencia, fijó a los dos centrales coruñeses y fue un peligro en las jugada aéreas.
Con la imagen de un buen conjunto franjiverde, en el minuto 27 llegó el primer contratiempo con la lesión de Óscar Gil, que se «rompió» en la parte posterior del muslo de la pierna izquierda cuando buscaba un largo. Pacheta decidió no variar el esquema que le estaba funcionado y sacó a Tekio.
El partido se le puso todavía más de cara a los ilicitanos tras las justa tarjeta roja a Gaku.
Tras el descanso, el técnico buralés puso más pólvora en el campo. Quitó a Gonzalo Verdú, que acumulaba muchos minutos, puso a Fidel, pasó a una defensa de cuatro y situó a Ramón Folch en el pivote para tener más dominio de la pelota y no correr riesgos con Manuel Sánchez, que llevaba amarilla.
El Elche leyó bien el juego, circuló el balón rápido y buscó el dos contra uno por banda, con Fidel y Josan ayudados por los laterales, Andoni y Tekio. Jonathas tuvo dos remates forzados e Iván Sánchez efectuó un lanzamiento al exterior de la red. Parecía que el gol era cuestión de tiempo debido a la presión de los ilicitanos que encerraron al Deportivo en su área.
Sin embargo, en el minuto 64 llegó el mazazo. En una contra, Mollejo se llevó el balón por la banda derecha y centró al corazón del área, donde, a pesar de la superiorioridad numérica, Hugo Vallego le ganó la espalda a Andoni y mandó la pelota al fondo de las mallas.
Quedaba todavía media hora por delante y Pacheta tocó a rebato sacando toda la pólvora que le quedaba en el banquillo: Nino y Escriche y terminó jugando con Jonathas, Fidel, Josan, Nino, Escriche e Iván Sánchez y Folch por detrás.
Pero no era el día del Elche. Más si cabe cuando Tekio vio la segunda tarjeta amarilla en una entrada innecesaria que igualó los efectivos de uno y otro equipo.
El Elche lo intentó a la desesperada y ante la expeditiva defensa visitante y los pocos huecos que tenía a partir de la línea de tres cuartos abusó demasiado de los centros buscando a Jonathas. Incluso en la recta final del choque, el Deportivo gozó de ocasiones claras para sentenciar. Iván Sánchez reclamó un penalti en la prolongación, pero el árbitro consideró que la acción no fue suficiente para pitar pena máxima. Al final, los franjiverdes se quemaron en una negra noche de San Juan.
