Tanto para lo bueno, pero sobre todo para lo malo, tener un calendario tan apretado como es el de reanudación de la competición tras la pandemia del coronavirus permite pasar página rápidamente y no tener tiempo para las lamentaciones.
Eso le ocurre al Elche después de la decepción que supuso, más por la imagen que por el resultado, el empate (1-1) del pasado viernes frente al Extremadura en el Martínez Valero. Los futbolistas franjiverdes apenas tuvieron ocho horas para descansar porque ayer sábado por la mañana comenzaron a preparar el encuentro de mañana lunes, a partir de las siete y media de la tarde, en el estadio de El Toralín de Ponferrada, frente a la Ponferradina, que está en el ecuador de la clasificación con seis puntos menos que los ilicitanos.
Pacheta debe recuperar física y, sobre todo, mentalmente a sus jugadores para afrontar un partido que va a ser muy exigente y el primero a domicilio de esta nueva era.
El técnico del Elche tiene por delante la misión de intentar recuperar el buen nivel de juego que mostró su equipo antes del parón y, principalmente, aclarar qué plan desea desarrollar, después de que el doble pivote formado por Ramón Folch y Nuke Mfulu no funcionara frente a los extremeños. Desde que el preparador burgalés llegó hace tres temporadas al Martínez Valero el equipo franjiverde, en la mayoría de ocasiones, ha rendido más jugando con un solo pivote defensivo y un acompañante más organizador.
Está claro que Javi Flores y Gonzalo Villar ya no están y que Víctor Rodríguez, que estaba llamado a desempeñar esa función, está lesionado. Pero en la última media hora contra el Extremadura se demostró que Iván Sánchez está capacitado para llevar el peso de la construcción del juego. Habrá que esperar a ver si el jienense está ya recuperado de esas molestias que, según Pacheta, le impidieron salir inicialmente el pasado viernes.
Otra de las incógnitas que debe despejar el entrenador del Elche es quién ocupará el lateral derecho. Óscar Gil vio la quinta cartulina amarilla y Tekio se encuentra lesionado, con problemas musculares en el cuádriceps, y lleva una semana sin entrenar con el grupo. Además, Barri, el canterano que puede jugar tanto en el carril diestro como de central y que viene entrenando con la primera plantilla desde hace más de un mes, tampoco está disponible por una sobrecarga.
Posibilidad de tres centrales
Ahora mismo es difícil encontrar en la plantilla un futbolista que se pueda adaptar a la posición de lateral derecho. A los centrales Gonzalo Verdú, Dani Calvo y Josema les falta velocidad para jugar en ese puesto y colocar a Juan Cruz o a Andoni López, dos zurdos cerrados, a pierna cambiada parece poco probable. Nuke Mfulu es el único jugador que ha jugado alguna vez en esa posición, pero al franco-congoleño se lo notó frente al Extremadura falto de chispa y de velocidad.
Ante esa situación, siempre que no se saque ningún conejo de la chistera, una de las alternativas que baraja Pacheta es utilizar una línea de tres centrales, con Juan Cruz en el carril izquierdo y situar a Josan, Escriche o, incluso, a Iván Sánchez por el carril derecho con el apoyo en tareas defensivas de uno de los centrales.
Vuelven Fidel y Manuel Sánchez
El técnico franjiverde recupera para el choque en Ponferrada a Fidel Chaves y a Manuel Sánchez. Ambos se perdieron el reestreno frente al Extremadura por acumulación de cinco tarjetas amarillas y tienen muchas posibilidades de estar en el once inicial de El Toralín, principalmente el onubense.
El cordobés también tiene sus opciones, tanto en el puesto de pivote defensivo como el caso de que Pacheta decida jugar con tres centrales. La intención del entrenador es rotar mucho la plantilla para evitar el cansancio y, sobre todo, las lesiones, al tener que jugar un encuentro cada tres días.
Iván Sánchez, Nino y Jonathas
Otra de las dudas que debe aclarar el preparador del Elche es si va a contar inicialmente contra la Ponferradina con tres futbolistas que marcan la diferencia como son Iván Sánchez, Nino y Jonathas.
El pasado viernes se comprobó que cuando salieron el jienense y el delantero almeriense el juego del Elche subió considerable su nivel. Y el brasileño marcó gol en prácticamente la primera pelota que tocó, aunque en el descanso se tuvo que retirar con molestias en el tobillo, que parece ser que no son muy graves. La presencia de Iván Sánchez, Nino y Jonathas seguro que le daría más mordiente ofensiva al equipo ilicitano.
El Martínez Valero se adapta a la «nueva normalidad»
El primer partido poscovid deja imágenes inéditas en un estadio vacío, silencioso y con estrictas medidas de seguridad
El estadio Martínez Valero vivió el pasado viernes su primer partido con la «nueva normalidad» en el fútbol post-coronavirus. Las gradas estuvieron vacías sin público y el club ilicitano colocó las siluetas que 600 abonados ha optado por hacerse a cambio de no solicitar la devolución del dinero de los abonos. El club decidió ponerlas en la zona entre la curva y el fondo sur.
En los banquillos solo pudieron estar el primer entrenador, en el caso del Elche Pacheta, el segundo (Dani Mallo) y un médico (Paulino Vázquez). El resto del cuerpo técnico, cuerpo médico y los jugadores suplentes se tuvieron que situar en las gradas y con dos metros de separación, además de ir provistos de guantes. Cuando fueron calentar sí que pudieron saltar al césped y hacerlo en una banda.
Debido al fuerte calor en esta fechas inhabituales para el fútbol, LaLiga ha decretado, al igual que sucede en los primeros partidos de la temporada en el mes de agosto, que se lleven a cabo dos pausas de hidratación en cada uno de los minutos 30 de cada periodo. El árbitro interrumpe el juego y los futbolistas se pueden acercar a los banquillos a beber aguas y bebidas isotónicas. Una situación que también aprovechan los entrenadores para dar instrucciones a sus jugadores.
El palco del estadio Martínez Valero estuvo también vacío. Tan solo acudieron el presidente del Elche, Joaquín Buitrago, y su directora general, Patricia Rodríguez, que estuvieron en la primera fila, pero separados por varios sillones. En la zona noble del coliseo franjiverde, pero en la última fila y también separados, estuvieron los componentes de la comisión deportiva: el director deportivo, Nico Rodríguez, y sus ayudantes, Sergio Mantecón y Dani Carmona. Todos ellos tenían que llevar guantes.
Por su parte, los redactores, cámaras y fotógrafos, que anteriormente tenían que haber sido acreditados por LaLiga, tuvieron que pasar unas medidas estrictas de seguridad a la entrada al estadio e ir provistos de guantes y mascarillas. Los periodistas gráficos no pudieron acceder al césped como era habitual y tuvieron que hacer las fotos desde la grada.
