El Elche tuvo un regreso a la competición triste, que se acercó bastante a la decepción. El conjunto de Pacheta no pasó del empate ante un Extremadura que lucha por la permanencia y que fue mejor durante la mayoría del encuentro.
Los franjiverdes no encontraron nunca su juego, estuvieron muy espesos, imprecisos y excepto en la última media hora, tras la salida al campo de Iván Sánchez y de Nino, no tuvieron nunca el control del balón y no encerraron a los extremeños en su área.
Pacheta se escudó al final del choque en que tenía la plantilla muy mermada por las bajas -Fidel y Manuel Sánchez, por sanción; y de Víctor Rodríguez y Tekio, por lesión- y además, justificó la no presencia de Nino e Iván Sánchez en el once inicial por molestias y que, además, tuvo que sustituir a Jonathas en el descanso por un problema en el tobillo.
Sin embargo, el Extremadura acudió al Martínez Valero con apenas 13 futbolistas profesionales y realizó solo tres cambios, los dos últimos para perder tiempo. Y a pesar de ello, demostró más ritmo, ejerció más presión y tuvo más posesión del esférico.
El Elche de ayer no fue ni la sombra del que llegó al parón. No se le podía exigir que fuera el mismo de principio de marzo porque viene de una larga inactividad, pero su rival estaba en circunstacias similares y , encima, llegaba con la agonía de estar en descenso cuando los franjiverdes están en «play-off» de ascenso.
Desde el comienzo del encuentro se vio lo que iba a ser el partido. El Extremadura salió dominador, a pesar de estar jugando a domicilio, y en el primer cuarto de hora los ilicitanos apenas pasaron del centro del campo.
A pesar de ello, el equipo de Pacheta encontró premio en su primer disparo a puerta. Después de una buena contra iniciada por Pere Milla, el balón le llegó a Josan a la banda derecha, el crevillentino metió la pelota sobre Escriche, quien se revolvió bien y puso el balón en la misma línea de gol, donde Jonathas solo tuvo que empujarlo.
Los franjiverdes tuvieron el partido donde querían y a partir de ahí apenas tuvieron problemas para defender el resultado favorable con el que se llegó al descanso.
En el inicio de la segunda parte, los extremeños salieron a por todas y cuando se llevaban poco más de cinco minutos, Gio Zarfino metió un gran pase sobre Ángel Bastos, que recortó, con fortuna, a Gonzalo Verdú y su disparo al palo corto batió a Edgar Badia.
El Elche no reacionaba, Pacheta le vio las orejas al lobo y en el minuto 64 decidió que era el momento de dar entrada a Iván Sánchez y a Nino por unos cansados Pere Milla y Escriche. A partir de ese momento el juego franjiverde mejoró. El jienense se echó el equipo a la espalda, primero desde la banda derecha y después desde la posición de organizador. El capitán comenzó a moverse entre líneas. Y los laterales: Óscar Gil y Juan Cruz se quitaron el corsé de la primera hora del partido y empezaron a mostrar sus habituales subidas por la banda.
El Elche empujó al Extremadura hacia su área, pero el problema fue que ya no habían jugadores desequilibrantes en la punta del ataque. Jonathas fue cambiado en el descanso por Claudio Medina, que estuvo voluntarioso y poco más. Josan estaba agotado y Escriche y Pere Milla habían sido los otros dos sustituidos.
El doble pivote Ramón Folch-Nuke Mfulu apenas tuvo presencia en todo el encuentro con el balón y estuvieron imprecisos. El franco-congoleño fue sustituido por el canterano Diego Bri, quien debutó y dejó algún detalle en ambas bandas. Incluso Pacheta cambió a un fundido Josan por Andoni López, que terminó el jugando de extremo izquierdo.
Los ilicitanos lo intentaron hasta el final con más voluntad que juego y tuvieron algunos centros al área y varios rechaces, sobre todo uno de Nino, en el minuto 93, que el capitán no enganchó bien, pero sin disparar a portería -solo dos veces en todo el partido- es difícil ganar.
El regreso después de tres mese parados siempre es difícil, pero ayer el Extremadura se aclimató mejor que el Elche, que no encontró nunca el camino. Es el primer encuentro post coronavirus y hay margen y tiempo de mejora. Pero con el juego y la imagen mostrada ayer va a ser difícil alcanzar el sueño de luchar por el ascenso. El conjunto de Pacheta también comenzó mal la Liga en agosto y luego reaccionó. Habrá que confiar.
