El Elche recibió ayer con cierta resignación el aplazamiento de las dos próximas jornadas de Liga debido a que el equipo se encuentra en un gran momento de forma y con una motivación extra después de su victoria del pasado domingo en Vallecas. Al conjunto ilicitano no le ha quedado otro remedio que aceptar una decisión de fuerza mayor.

Pero no hay mal que por bien no venga. El cuerpo médico va a aprovechar los aplazamientos de los partidos frente al Extremadura y la Ponferradina para intentar vaciar la enfermería y tratar de recuperar a los tres futbolistas que se encuentran en estos momentos lesionados, como son Jonathas, Víctor y Nuke Mfulu.

El delantero brasileño, el mediapunta catalán y el centrocampista franco-congoleño no han entrenado durante la presente semana con el resto del grupo e iban a ser bajas para el choque ante los extremeños. Ahora, con el aplazamiento de los partidos, Pacheta gana 15 días que va a ser fundamentales para que los tres jugadores, sobre todo Jonathas y Víctor se recuperen.

Además, el hecho de que no haya liga durante las dos próximas semanas también va a permitir rebajar la carga de trabajo a futbolistas que venían jugando con algunas molestias, entre los que se encontraban Gonzalo Verdú, Óscar Gil o Ramón Folch, entre otros.

El parón también va a servir para realizar una puesta a punto especial para afrontar los últimos once partidos de liga regular en los que el Elche intentará conseguir su clasificación para la promoción de ascenso a Primera División.

En principio, Pacheta no tiene previsto variar mucho el plan de entrenamientos que había fijado y los jugadores seguirán disfrutando de los dos días de descanso habituales de cada semana, aunque, ante la actual situación, podrían tener algún premio extra, sobre todo con descansos los fines de semana para que los jugadores puedan disfrutar de sus familiares y amigos, algo que no pueden hacer durante el largo periodo de la competición.

Recomendaciones del médico

La plantilla franjiverde entrenó ayer con normalidad y a la conclusión de la sesión el jefe de los servicios médicos del club ilicitano, el doctor César Quesada, reunió en el centro del campo a todos los futbolistas e integrantes del cuerpo médico y les dio una serie de recomendaciones y pautas a seguir para intentar evitar el contagio del coronavirus. El objetivo es que sean precavidos y que intenten llevar el mayor cuidado, sobre todo en su vida fuera del fútbol. Y a ser posible que se queden en casa cuando no haya entrenamientos.

En principio no está previsto cambiar las pautas en el trabajo y no se contempla que las sesiones se lleven a cabo a puerta cerrada en el interior del estadio Martínez Valero, porque eso perjudicaría el estado del césped, que ahora se encuentra en una condición óptima después de los problemas que hubo a principio de temporada.

Los entrenamientos, salvo algunos puntuales que decida el cuerpo técnico, seguirán llevándose a cabo en el polideportivo de Altabix, a puerta abierta, porque el club tampoco dispone de otros lugares para entrenar.

No se descarta intentar organizar algún partido amistoso para que los futbolistas no pierdan el nivel competitivo, aunque con las normas que están marcando las autoridades sanitarias resultaría curioso que se aplacen los encuentros de competición por un lado y, por otro, se celebren amistosos.

Lío con el calendario

Una de las principales incógnitas sin resolver es saber cuándo se va a reiniciar la competición y, si en caso de hacerlo dentro de tres semanas, cuándo se disputarían los partidos aplazados o si la Liga se reanudará siguiendo el mismo calendario y siendo los siguientes envites frente al Extremadura y la Ponferradina.

El calendario está muy apretado y si se mueve chocaría con la Eurocopa, la próxima temporada con el Mundial de Clubes o la Copa de África. Si no se reanuda pronto la competición hay lío a la vista con el calendario de Primera y Segunda División.