Los dos próximos partidos del Elche frente al Extremadura y la Ponferradina están en el aire y podrían no celebrarse los dos próximos fines de semana como marca el calendario.

A pesar de que LaLiga anunció el pasado martes que los encuentros se iban a disputar a puerta cerrada, el avance del brote de coronavirus que está conmocionando a toda España y Europa y la postura de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y de la Asociación de Fútbolistas Española (AFE), que son partidarios de aplazar también las competiciones de Primera y Segunda División, al igual que va a ocurrir con el resto del fútbol español, ha provocado que se replantee la idea inicial.

La Federación Española ha creado una Comisión de Seguimiento ante la situación que vive España, a la que han invitado a LaLiga, AFE, Comisión Nacional de Fútbol Sala y a las asociaciones de jugadores y jugadoras de fútbol sala. Esta Comisión ha fijado para hoy jueves, a las 12 del mediodía, una reunión en la que pondrán sobre la mesa la suspensión de todo el fútbol español, incluida la Primera y Segunda División, durante las dos próximas semanas.

En principio, Luis Rubiales, por parte de la Federación, David Aganzo, por parte de la Asociación de Futbolistas, al igual que los representantes del fútbol sala, están de acuerdo con el aplazamiento. Falta por convencer al presidente de LaLiga, Javier Tebas, que siempre ha mantenido la idea de aceptar las indicaciones de las autoridades sanitarias.

La Federación Española de Fútbol podría suspender unilateralmente la competición en Primera y Segunda de acuerdo con su artículo 42, pero prefiere que haya un consenso y que sea una decisión unánime debido al cariz que están tomando los acontecimientos con el brote del coronavirus.

Varios equipos de Segunda División, como el Deportivo, Las Palmas, Málaga o Zaragoza, ya han mostrado su predisposición a que se aplacen las dos próximas jornadas en lugar de jugar los partidos a puerta cerrada. Muchos futbolistas también respaldan esta decisión.

Por su parte, el Elche y los jugadores del Elche no se pronuncian al respecto y desde el club ilicitano, simplemente, indican que van a acatar las decisiones de LaLiga y del Consejo Superior de Deportes (CSD), como están haciendo hasta ahora. En la entidad franjiverde señalan que deben ser las autoridades sanitarias las que tomen las decisiones.

Mientras tanto, la plantilla franjiverde entrenó ayer con relativa normalidad. Los futbolistas volvieron al trabajo después de dos días de descanso y tras una rápida sesión de vídeo y de gimnasio en el estadio Martínez Valero se desplazaron hasta el polideportivo de Altabix para seguir entrenando a puerta abierta y bajo la mirada de los aficionados.

Ningún protocolo especial

En el vestuario no se ha activado ningún protocolo especial de prevención. Solo han suspendido los entrenamientos de cadetes hacia abajo y, siguiendo las directrices de LaLiga, han suspendido las ruedas de Prensa que habitualmente ofrece un jugador de la plantilla después de cada entrenamiento.

A cambio, el club, a través de su gabinete de comunicación, realiza una breve entrevista a un futbolista y la publica en sus canales oficiales y la traslada a los diferentes medios de comunicación.

El jugador elegido ayer fue Juan Cruz. El lateral izquierdo no se pronunció muchos sobre los problemas que están apareciendo con el virus COVID-19. El futbolista franjiverde lamentó que, si no se decide un cambio durante la reunión de hoy, el encuentro del domingo contra el Extremadura se tenga que jugar a puerta cerrada.

«Sería un partido extraño, pero son medidas de seguridad. A nosotros nos gusta jugar con nuestra gente y que la afición nos esté apoyando, pero lo entendemos porque primero es la seguridad de las personas», comentó Cruz.

Quien no está de acuerdo con la decisión inicial de disputar el partido a puerta cerrada son los aficionados. El presidente de la Federación de Peñas del Elche, Tomás Domenes, asegura que «no encuentro sentido a jugar un partido sin público. Eso no es fútbol ni es nada. Además, sería adulterar la competición porque los equipos que juegan de local no podrán contar con el apoyo de su afición».

Domenes admite que «está bien que la salud sea lo primero», pero recuerda que «con el encuentro a puerta cerrada también habrá 100 o 200 personas expuestas al riesgo de contagio. Si la situación es tan crítica, que se aplacen los partidos porque no es un caso aislado de una zona, es en toda España».

El presidente de la Federación de Peñas no ve un problema el hecho de que las televisiones puedan condicionar que se disputen los encuentros porque le generarían pérdidas. «Si las televisiones han pagado, nosotros también hemos pagado nuestro abono y no vamos a poder disfrutar del partido», y no ve problemas con las fechas «si el asunto es tan grave y la competición tiene que terminar más tarde, que lo haga. Además, hay días entre semana para recuperar los partidos aplazados».

Por todo ello, Tomás Domenes confía en que en la reunión de hoy entre LaLiga, la Federación y la Asociación de Fútbolistas «impere el sentido común y, ante un tema que afecta a todo el mundo, se aplacen los partidos y no se jueguen a puerta cerrada, porque eso no es fútbol», insite.