No es una de sus principales labores cuando salta al césped. Y posiblemente por eso le supo mejor que a ningún otro. El gol que suponía el 1-1 en el duelo entre el Rayo Vallecano y el Elche tuvo un componente especial, una dosis extra de sentimentalismo. Su autor, Óscar Gil. Ilicitano y canterano. Producto 100% de la ciudad de las palmeras.

Alguna señal divina debió recibir Óscar esa mañana en Madrid porque el tanto de su estreno como franjiverde llegó en el segundo tiempo, pero pudo haberse producido en el primero, ya que tuvo una buena ocasión para marcar. Su producción ofensiva en Vallecas no se limitó a esas dos acciones, ya que en el 1-3 fue un hombre clave. En una gran jugada colectiva del equipo ilicitano, Óscar rompió líneas con un buen pase en profundidad, viendo el desmarque de Josan, que aprovechó su velocidad para internarse en el área y asistir a Escriche, que marcó a placer.

El apartado ofensivo estaba siendo, hasta el momento, uno de los pocos puntos débiles de Óscar Gil en una temporada de ensueño. El crecimiento del lateral derecho está siendo digno de elogiar, ya que en pretemporada ni siquiera tenía garantizado un puesto en la primera plantilla. Sus buenos entrenamientos y la falta de dinero para incorporar a otro futbolista en su posición convencieron a Pacheta de que la mejor opción era jugársela con el ilicitano. Y, visto lo visto, la apuesta está saliendo muy bien a todas las partes implicadas: el club tiene, ahora mismo, a un jugador a un coste tremendamente bajo (ficha de 750 euros mensuales más bonus de 500 euros por partido jugado), el entrenador puede mostrar con orgullo una apuesta personal y el jugador ha derribado la puerta del fútbol profesional.

Óscar Gil ha sido titular indiscutible desde el inicio de la competición. Pacheta le dio el carril del «2» en la segunda jornada. Desde entonces sólo se ha perdido dos encuentros: en la jornada 9 frente al Extremadura fue suplente (en una semana con tres compromisos en la que hubo rotaciones) y en la 24 fue baja por sanción contra el Alcorcón. Acumula 2.434 minutos en 28 encuentros de Liga y es el segundo futbolista de campo más utilizado, tras Dani Calvo.

El buen hacer del canterano llevó a Nico Rodríguez a acelerar una renovación de contrato que se enturbió por líos con los representantes (antiguos y nuevos) del jugador y por la marcha atrás de Christian Bragarnik al comprobar las cantidades que se le habían prometido al lateral, por encima del mercado para el argentino. Mientras pasa el tiempo, Óscar Gil se revaloriza y ya ha llamado la atención de equipos de Primera División. El futbolista se la sigue jugando a un precio casi de amateur, pero el club no termina de asegurar a un valor de futuro.

El gol en Vallecas supone un nuevo sueño para un jugador que representa perfectamente al canterano de Elche y del Elche, al haber pasado por las categorías inferiores no sólo del conjunto franjiverde sino también de otros clubes de la ciudad, como el Kelme o el Pablo Iglesias. Ahora, asentado en la élite, repasa sus fotos de niño con la franja verde mientras sigue viviendo su historia.

Nadie tiene más goleadores

Con la diana de Óscar Gil, el Elche ya tiene 15 goleadores diferentes en las 31 jornadas disputadas de Liga. La lista la encabeza Fidel, con ocho tantos, seguido por Nino y Pere Milla, ambos con seis. El catalán ya ha igualado su tope de una temporada completa en Segunda División, los que logró con el Numancia en la 2017/18.

Gonzalo Verdú (tres), Escriche (dos) y Dani Calvo, Manuel Sánchez, Ramón Folch, Iván Sánchez, Josan y Jonathas, con un tanto cada uno, son, además de Óscar Gil, los otros franjiverdes de la plantilla actual que han marcado. La lista de 15 la completarían Yacine, Gonzalo Villar y Danilo, bajas en el mercado invernal. En Copa también marcó Mourad.

En Segunda División, el Elche es uno de los cinco equipos que más goleadores diferentes presenta a estas alturas de campeonato. Al igual que ocurre con los franjiverdes, otras cuatro escuadras también tienen a 15 goleadores diferentes: Cádiz, Zaragoza, Almería y Tenerife.

Por comparar con la campaña pasada, el Elche del regreso a Segunda División tuvo precisamente 15 goleadores distintos. La coralidad es una virtud bien trabajada por los ilicitanos.