Después de 30 jornadas de campeonato, el Elche ya ha cruzado una línea histórica que le puede servir para mirar hacia arriba en la tabla clasificatoria. A estas alturas de competición y con el formato actual (tres puntos por victoria y 22 equipos) ningún equipo con 43 puntos, la cifra franjiverde en estos momentos, acabó la temporada entre los cuatro últimos de la clasificación. Es decir, nadie ha bajado a Segunda B con los puntos que ahora mismo lleva el conjunto ilicitano.
Desde la 1997/98, primera temporada en la que la liga de Segunda quedó conformada bajo la configuración actual, el «mejor» equipo en la jornada 30 que luego descendió fue, curiosamente, el Elche de la 2016/17. Ese cuyo horrible final de curso Pacheta reconoce que le atormenta. Ya puede hacerlo un poco menos, viendo que el colchón actual con respecto a aquel equipo es notable: cuatro puntos más y unas sensaciones sustancialmente mejores.
Aquel equipo franjiverde, primero con Alberto Toril y luego con Vicente Parras como entrenadores, solo hizo cuatro puntos en las últimas 12 jornadas de Liga. De hecho, acabó la competición con 43 puntos, la cifra actual de los ilicitanos. Ya por encima de esos números, el primer objetivo del Elche para este curso está virtualmente cubierto, a la espera, para los más descreídos, de llegar primero a los famosos 50 puntos y luego atar matemáticamente la permanencia. Dos metas que es solo cuestión de tiempo alcanzar.
Asentados en «play-off»
Haciendo caso a la historia, el Elche puede empezar a preparar su asalto a la zona noble de la clasificación para las últimas semanas de campeonato. Una zona que ya conoce bien, pues acumula seis semanas de manera consecutiva en las seis primeras posiciones de Segunda División.
No es este un dato baladí. Ni siquiera la mala racha de la que el conjunto dirigido por Pacheta salió con el triunfo del domingo pasado frente al Numancia (tres jornadas sin ganar) sacó a los franjiverdes de los puestos que dan derecho a pelear por el ascenso a la élite del fútbol español. Hacía bastante tiempo que el Elche no se acomodaba de este modo en los puestos de privilegio de la categoría de plata. De hecho, no lo lograba desde el histórico ascenso a Primera de la 2012/13. Entonces, nadie lo olvida, el equipo dirigido por Fran Escribá fue líder desde la primera hasta la última jornada, un récord que permanece impoluto. Nadie lo hizo antes, nadie lo ha vuelto a repetir.
Desde entonces, el Elche únicamente había logrado, hasta esta temporada, sumar un puñado de semanas en zona alta de la tabla entre las tres campañas que ha militado en Segunda: 2015/16, 2016/17 y 2018/19. Ninguna de ellas fue el año pasado, en el que la mejor posición del Elche fue la undécima plaza final.
En la 2015/16, tras el descenso administrativo, Rubén Baraja consiguió ensamblar rápidamente un grupo de jugadores reunidos en apenas dos semanas para iniciar la competición. Aquel equipo ocupó plaza entre los seis primeros durante tres semanas seguidas, de la jornada 5 a la 7, siendo tercero, segundo y sexto, respectivamente. Luego no volvió a esos puestos de privilegio, aunque los rondó, siendo séptimo durante varios momentos.
El curso siguiente, el Elche empezó con buen pie bajo el mando de Alberto Toril, pero todo fue un espejismo. En las jornadas 3 y 4, el equipo se instaló en zona de «play-off», siendo cuarto y tercero. Su salida de esa lucha fue inmediata y, pese a que en el tramo intermedio del campeonato no perdió de vista la sexta plaza, jamás volvió a ella. El horripilante final de curso ya mencionado envió a los franjiverdes a Segunda B.
2011, el ejemplo a seguir
Antes del histórico ascenso de 2013, el Elche fue un habitual de las posiciones que ocupa actualmente durante dos cursos, ambos con José Bordalás, técnico de moda del fútbol español, como director de orquesta.
En la 2011/12, una gran primera vuelta permitió al Elche pasar el ecuador de Liga como un fijo de las seis primeras plazas. Entre las jornadas 14 y 25, los ilicitanos solo estuvieron fuera de promoción una semana, tras perder con el Córdoba y ser séptimos, empatados con los andaluces, pero con el «goal-average» en contra.
Aquel equipo perdió fuelle y se puso fin a la «era Bordalás». Una etapa que vivió sus mejores momentos en 2011. Los ilicitanos entraron en «play-off» en la jornada 28 y ya no abandonaron esos puestos, cediendo solo ante el Granada. Un buen ejemplo a seguir para los chicos de Pacheta.
