Marzo es un mes que para el Elche debe servir como frontera entre soñar o sufrir. Si el conjunto franjiverde mantiene la tónica habitual de la temporada, los hombres de Pacheta deberían pelear por la zona noble hasta final de curso. Si no salen de la mala racha actual (tres partidos sin ganar, dos derrotas consecutivas), tocará empezar a mirar más hacia abajo y a acabar con el abastecimiento de calculadoras para echar cuentas de cara a la permanencia.
El primer día de este mes decisivo, el Elche recibe en el Martínez Valero a un Numancia que anda por el mismo camino que los ilicitanos. Es decir, asomando la cabeza por el «play-off», pero sin quitar ojo al cuarto por la cola cada lunes. El de esta tarde es, por lo tanto, un duelo que puede lanzar a un equipo hacia arriba y dejar al otro en zona de nadie. O, por no sonar catastrofistas, en posiciones templadas de la tabla.
Es un día también para medir el fondo de armario de la plantilla del Elche y la riqueza táctica del libreto de esquemas de Pacheta. A los franjiverdes les faltan dos piezas capitales en el esqueleto de su once básico: Gonzalo Verdú y Ramón Folch. Sin el central, líder de la defensa, ni el mediocentro, catalizador del juego en el mediocampo; ambos sancionados, Pacheta ha tenido una semana, muy accidentada, dicho sea de paso, por la odisea vivida en Tenerife por culpa de la calima; para tratar de encontrar las soluciones adecuadas que permitan obtener esta tarde el mejor resultado posible.
Sin Folch, el Elche pierde a su baluarte principal para iniciar el juego desde atrás, como ha venido haciendo durante la temporada. A su ausencia se une la de Mfulu, el otro mediocentro titular desde la marcha de Gonzalo Villar a Italia, por lo que Pacheta deberá rehacer esa zona del campo al completo. Manuel Sánchez parece fijo, mientras que para su plaza de acompañante la duda está entre Iván Sánchez, que ya ha jugado ahí en alguna ocasión, o un Víctor Rodríguez que todavía no ha redebutado con la franjiverde.
Vuelve un dúo de Primera
Precisamente Víctor es uno de los dos focos de atención principales en el Martínez Valero para este domingo. El otro es Jonathas. Ambos están ya disponibles y la única duda reside en acertar con el momento idóneo para que sean titulares. Las dos derrotas consecutivas y las bajas ya anunciadas pueden considerarse como óptimos para ello, aunque la entrada de los dos a la vez se antoja complicada, al menos de inicio.
El tercer foco (en discordia) será Josema. El central murciano fue el fichaje invernal que menos titulares dejó durante su llegada, pero estaba claro que, bien por sanciones o por lesiones, en algún momento le iba a tocar jugar. La baja de Verdú le abre las puertas de la titularidad. El futbolista acepta su rol de buen grado y cree estar preparado para la tarea, pese a que en los últimos nueves meses sólo ha disputado un partido oficial. La última novedad será la presencia en la lista por primera vez del canterano Jony Álamo, ausente ayer con el Ilicitano y recientemente renovado hasta 2022.
Frente al Elche, un Numancia con mezcla de ambición y dudas. Su técnico, Luis Carrión, en contraposición al discurso público habitual de Pacheta, se mostró contrario en su comparecencia previa ante los medios al «cincuentapuntismo».
Todo ello pese a la mala racha actual de los sorianos, que llevan cinco jornadas sin ganar y sólo han logrado una victoria (en ocho partidos) en 2020. Además, el Numancia es uno de los peores visitantes de Segunda, sólo empeorado por Ponferradina y Racing.
Carrión asegura que su equipo está capacitado para cotas más altas. Pacheta sólo mira al 50. O quizás, ni eso. Primero al 43. Dos modos de afrontar un duelo, al menos de cara al exterior. Esta tarde llega uno de esos momentos que sirven como punto de inflexión para la temporada de un equipo. El Elche, con bajas y tras tres jornadas sin ganar, pero aún instalado en zona noble, recibe a un rival directo para saber cuál es el plan de aquí a final de curso: pelear por la permanencia o por el ascenso.
