El disfraz que lució ayer el Elche en Tenerife en plenos Carnavales no dejó atónito a nadie. Todo lo contrario. Se asemejó más al de una película de terror y lo único que hizo es asustar y crear cierta preocupación. Los franjiverdes siguen con su maldición en la isla y cosecharon una derrota, la segunda consecutiva, que frena en seco toda esa aureola de ilusión que rodeaba al equipo de Pacheta.

La calima, ese polvo en suspensión que rodeó en la tarde de ayer el estadio Heliodoro Rodríguez López terminó ahogando a los futbolistas del conjunto ilicitano a los que no se vieron cómodos en ningún momento y no encontraron ese juego fluido y esa circulación rápida de balón y desborde por las bandas que han exhibidos en otros partidos. Los jugadores del Elche se ahogaron ante la presión alta de los hombres del «Pipo» Baraja, que salió triunfador en su enfrentamiento ante su exequipo.

Además, el cuadro franjiverde dio síntoma de debilidad en los duelos y cometió imprecisiones y pérdidas de balón que, hasta ahora, habían sido poco habituales. Aún con todos esos defectos, el conjunto de Pacheta terminó el partido en el área rival y un golpe de suerte le pudo dar el empate. Aunque también, si no llega a ser por dos grandes intervenciones de Edgar Badia, el encuentro podría haber quedado sentenciado con mucha antelación.

La puesta en escena del Elche fue buena. En los primeros lució traje de equipo grande. Salió al campo dominando, teniendo el balón y llegando a la portería contraria. Pronto, antes del minuto 3, se vieron los primeros síntomas de algo raro. Ramón Folch perdió una pelota en su propio campo, algo extraño, que Joselu estuvo a punto de aprovechar. Aún así, los franjiverdes no se descompusieron y en el minuto 10, tras un buen robo de balón de Mfulu, Nino probó fortuna desde la frontal del área.

Gol y lesión de Óscar Gil

Las cosas comenzaron a torcerse en el minuto 12. Un saque de esquina ensayado del Tenerife llevó al balón a la frontal del área, el centro lo remató Dani Gómez, completamente solo en el área pequeña al fondo de la red. Todo hacía indicar que estaba en claro fuera de juego. Pero el auxiliar levantó la bandera, el árbitro consultó la jugada con el VAR y las imágenes de televisión reflejan claramente que Josan, que estaba muy alejado de la acción, no había salido de su posición, se había quedado enganchado y ese error infantil permitió que el tanto, que a la postre fue el único del partido, subiera al marcador.

A partir de ese momento, el disfraz del Elche comenzó a romperse, a resquebrajarse y perdiendo hilo con el avance de los minutos y el maquillaje fue desapareciendo de forma preocupante.

Por si fuera poco, Óscar Gil que había evitado el segundo del Tenerife se tuvo que retirar lesionado porque en la estirada in extremis para que Joselu no marcase terminó con su espalda frente al poste. El canterano intentó seguir durante varios minutos, pero estaba muy dolorido y tuvo que ser sustituido por Tekio (m.23).

A pesar de que estaba mereciendo perder, los detalles, que, a veces, marcan el devenir de los partidos, tampoco estuvieron del lado de los franjiverdes y en el árbitro después de revisar unas manos claras del americano Moore en su área, tras consultar el VAR, determinó que había habido empujón previo de Pere Milla.

Moore fue el jugador más peligroso del Tenerife en la primera parte y un centro suyo lo cabeceó Nahuel respondiendo Edgar Badia con una gran parada.

El primer tiempo dejó datos preocupantes y el comienzo de la segunda parte también. Tanto que Pacheta decidió agostar los cambios a los 59 minutos. Quitó a Nuke Mfulu y puso a Iván Sánchez de organizador. Y situó a Jonathas como referencia ofensiva pasando a Pere Milla a la banda y sacando del campo a Josan.

Mejoría con Iván y Jonathas

Esa variación parecía que podía dar sus frutos. El Elche comenzó a tener el balón, el control y el dominio. El brasileño dejó varios detalles nada más salir y asustó a la defensa y al portero chicharrero con dos buenos remates. Pero esa mejoría no tuvo continuidad y el Tenerife también comenzó a jugar el «otro» fútbol y a interrumpir el juego con faltas. Hubo una fase, del minuto 65 al 82, en la apenas pasó nada y eso era perjudicial para los franjiverdes.

Los tinerfeños no renunciaron a su presión alta en la salida del balón del equipo de Pacheta. Álex Bermejo, que acababa de salir al campo, también pudo hacer el segundo de los locales, pero de nuevo apareció la parada salvadora de Edgar Badia.

Los ilicitanos no estuvieron cómodos en ningún momento, pero, al menos, no se le puede recriminar que no lo intentaran, aunque con más corazón que juego. Terminaron asediando el área del portero xabiense Adrián Ortolá y buscaron el empate ante el último suspiro, pero sin premio.

En esta Segunda División tan igualada ha quedado demostrado que hay que hacer muchas cosas bien para puntuar y ganar encuentros. Ser intensos en los duelos, tener dominio y circulación rápida de balón, llegada por bandas, remates a puerta... Y además de golpear en momentos claves. Todas esas virtudes que había tenido el Elche en muchos momentos de la temporada ayer no aparecieron en Tenerife. Al final, derrota.

Gonzalo Verdú y Ramón Folch serán baja ante al Numancia por acumulación de tarjetas

El Elche afrontaba el partido del Heliodoro Rodríguez López con cinco jugadores (Gonzalo Verdú, Dani Calvo, Ramón Folch, Fidel y Pere Milla) apercibidos de sanción con cuatro tarjetas. Tanto el central cartagenero como el mediocentro catalán vieron la quinta y serán baja para el encuentro del próximo domingo (16 horas), en el Martínez Valero, frente al Numancia. Además, habrá que ver la evolución de Óscar Gil, que se retiró con la espalda muy dolorida del fuerte golpe que se pegó con la portería. En principio se espera que pueda recuperarse.