El fútbol levanta tal pasión que rara vez al aficionado de un equipo le puedes pedir que controle su euforia, en los momentos de subidón, o incluso su decepción, en los de bajón. El Elche de Pacheta vive instalado en el primer grupo, peleando por la zona de ascenso cuando el objetivo principal, repetido hasta la extenuación, son los 50 puntos de la permanencia.

El partido contra el Zaragoza dejó un resultado doloroso, pero dos imágenes que deben servir al Elche para seguir creciendo. La primera es ya habitual, la competitividad de un equipo que es capaz de sobrevivir sobre el terreno de juego, incluso cuando un rival le somete como hizo el conjunto maño durante la primera parte el sábado pasado. La segunda vino desde la grada, con un ambiente que va creciendo con el paso de las semanas y que sueña con revivir etapas pretéritas a la serie de acontecimientos que hizo perder la fe en el Elche a gran parte del franjiverdismo.

Contra el Zaragoza se dieron cita en el Martínez Valero 11.287 espectadores, la mejor entrada de la temporada en Liga, superando los 10.753 que presenciaron el loco encuentro frente a Las Palmas que sirvió para despedir el año 2019. Sólo en otra ocasión, contra el Lugo, se superaron los diez mil espectadores en el coliseo franjiverde, que por su tamaño suele dar, además, una imagen desangelada en comparación con otros recintos más pequeños que obtienen peores entradas, pero mejor porcentaje de asistencia.

Para encontrar en Liga una entrada mejor que la registrada contra el conjunto maño habría que remontarse a noviembre de 2018, cuando frente al Albacete acudieron un total de 12.868 espectadores. En los dos últimos cursos, esa es la única cita liguera de las 35 que han tenido lugar en el recinto ilicitano que supera en asistencia a la del Zaragoza. En Copa del Rey, ante el Athletic acudieron, oficialmente, 13.400 aficionados.

El buen hacer de los de Pacheta también ha invitado a los seguidores ilicitanos a acompañar en los desplazamientos a los más clásicos, los que no fallan nunca, sea en Galicia o en Asturias, en fin de semana o un miércoles cualquiera. Albacete y Almería no sólo desataron sonrisas por los recientes triunfos allí del Elche sino también por la imagen de un nutrido grupo de franjiverdes que dieron su aliento a los jugadores para obtener los tres puntos en liza.

7 partidos (o más) para soñar

Si el equipo mantiene la buena línea y sigue aumentando la fe de los seguidores franjiverdes, le quedan siete citas por delante, al menos, para mejorar sus números como local. Unos resultados que están casi en las antípodas de las sensaciones ofrecidas.

En el tercio final de curso, el Elche tiene que recibir en el Martínez Valero a Numancia, Extremadura, Girona, Deportivo, Cádiz, Albacete y Oviedo. Eso, como mínimo. En caso de obtener un billete para el «play-off» habría un partido o dos más en casa.

Obviamente, si ese extra se produce es más que probable que la ilusión de la afición siga en aumento. De momento, el buen hacer de Pacheta y los regresos de Jonathas y Víctor Rodríguez en el pasado mercado de fichajes del mes de enero ya han despertado un punto de interés en el aficionado franjiverde que, por motivos diversos, había dejado su butaca del Martínez Valero en los útimos años. Si el equipo sigue dando motivos para creer, la afición va a aumentar su fe en el Elche.