Miguel San Román nunca olvidará la semana del 16 al 22 de diciembre de 2019. El portero suplente del Elche solo se había sentado en el banquillo desde que comenzó la Liga y estaba claramente a la sombra de Edgar Badia, que ha sido uno de los jugadores más destacados del conjunto ilicitano en la primera vuelta del campeonato. Sin embargo, en apenas cinco días ha podido disfrutar en el césped, que es donde les gusta estar a los futbolistas.

El guardameta benidormí tenía marcada la fecha del 17 de diciembre porque sabía que llegaba la Copa del Rey y era su turno. En Segovia debutó como franjiverde y lo hizo con victoria, superando la eliminatoria y dejando su portería a cero, a pesar de que le lanzaron un penalti. San Román ya se mostró tras el partido frente a la Gimnástica Segoviana más contento que unas castañuelas.

Sin embargo, todavía ha tenido un regalo extra de Navidad. El pasado sábado en Albacete una indisposición de Edgar Badia por problemas estomacales como consecuencia de una gastroenteritis permitió al portero suplente estrenarse en Liga. Y también lo hizo con un triunfo y no encajando ningún gol. Papá Noel le ha premiado por su buen comportamiento a pesar de su ostracismo.

Su padre no le pudo ver

El único pero fue que su padre, Juan Miguel San Román, que fue portero del Atlético de Madrid, entrador de porteros de la Academia del club colchonero y del Getafe y se encuentra ahora en el Alavés, no pudo ver el partido porque el equipo vitoriano jugó en el Nou Camp frente al FC Barcelona a la misma hora que su hijo lo hacía con el Elche en el Carlos Belmonte de Albacete.

El guardameta franjiverde se ha ido de vacaciones «muy feliz». «Este es mi regalo de Navidad. Estoy contento por ayudar al equipo a conseguir la victoria. No se puede pedir un debut mejor. Cuando uno trabaja esperando el momento y aparece la recompensa, hay que tomarlo como un regalo», señaló tras el partido en tierras manchegas el portero de 22 años que está cedido en el Elche por el Atlético de Madrid.