El tiempo y el fútbol le dieron ayer la razón al entrenador del Elche, José Rojo, Pacheta, que ha conseguido en menos de una semana resarcirse de la «dolorosa» derrota del pasado domingo en casa ante Las Palmas (2-3). El martes con un triunfo en Copa en Segovia (0-2) y ayer en el Carlos Belmonte (0-1) en un partido que calificó de «durísimo» y del que destacó la capacidad de sufrimiento de sus jugadores y su gran rendimiento a domicilio, «que nos convierte en un equipo competitivo y reconocible prácticamente en todos los campos».

Pese a la segunda victoria balsámica y consecutiva de la semana, Pacheta no se salió de su «raíl» de modestia al ser cuestionado por los objetivos del equipo para la segunda vuelta que arrancará el sábado 4 de enero (20.00) en el Martínez Valero frente al difícil Huesca, después de irse al parón navideño con la notable cifra de 31 puntos: «Nos quedan 19 puntos», respondió lacónicamente para referirse a la cantidad pendiente para alcanzar los 50 que garantizan teóricamente la permanencia en Segunda A. «Cuando los consigamos, hablaremos de otra cosa. Y ahora, a mirar hacia abajo porque si miras para arriba, te puedes pegar la hostia. Si quitas la ambición y la conviertes en obligatoriedad, se puede bajar el telón», recalcó.

A su juicio, tiene un «mérito tremendo» alcanzar «con este equipo» los 31 puntos, «los mismos que en la segunda vuelta de la temporada pasada» y siete más en la primera del curso anterior. «Ellos son el alma, capaces de recuperarse del contratiempo de la remontada de Las Palmas. Es un orgullo entrenar con ellos».

Sobre el partido en sí, Pacheta consideró que el empate pudo ser justo, «porque el Albacete nos sometió por momentos en el segundo tiempo, pero no se puede considerar injusta nuestra victoria».