Los grandes damnificados en caso de que finalmente se lleve a cabo la venta del paquete accionarial mayoritario de Sepulcre a Bragarnik son el director deportivo, Nico Rodríguez, y la directora general, Patricia Rodríguez. Ambos son las piezas angulares en las que el máximo accionista fijó su nuevo proyecto. Tanto Nico como Patricia firmaron un contrato a cuatro años y su continuidad, en principio, no se ha incluido en ninguna cláusula de la negociación entre el empresario ilicitano y el inversor argentino. El director deportivo y la directora financiera siguen trabajando de igual forma que hasta ahora pendiente de lo que pueda pasar. Los dos entienden que están en puestos claves de la sociedad y, si se produce el relevo de dueño, tendrán que ser los argentinos los que decidan si quieren que ambos continúen o no. En caso de tener que marcharse tendrían que negociar el contrato que Nico Rodríguez y Patricia Rodríguez tienen firmado cuando llegaron al Elche con el aval de José Sepulcre.