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La crónica

Gonzalo Verdú impulsa al Elche

Dos goles del central en un magistral lanzamiento de falta y en un remate de cabeza permiten la remontada frente al Alcorcón. Edgar Badia salva a los ilicitanos con soberbias paradas

Gonzalo Verdú impulsa al Elche

Dicen que los goles son la salsa del fútbol y los resultadistas que justifican que el juego sea mejor o peor. Cualquiera de los dos cosas sirven para explicar el partido del Elche ayer en Alcorcón.

Dos zarpazos del central Gonzalo Verdú, uno en un magistral lanzamiento de falta nada más comenzar la segunda parte y otro en un soberbio remate de cabeza en el minuto 83 tras un lanzamiento de un saque de esquina, permitieron rescatar a un moribundo conjunto ilicitano que durante el primer tiempo había dado una penosa imagen que se asemejaba a la del estreno liguero frente al Fuenlabrada en el Martínez Valero.

A ello hay que unir las buenas paradas del guardameta Edgar Badia, que sostuvo a los franjiverdes durante los primeros 45 minutos y, sobre todo, con una mano milagrosa en el minuto 90 cuando el balón se colaba ya por la escuadra.

Los ilicitanos lograron un remontada frente al Alcorcón, que fue mejor en el global del encuentro, y suman la primera victoria de la temporada que debe servir de autoestima y para recuperar la moral después del duro golpe que significó perder el primer partido de Liga ante su afición.

Pacheta volvió a sorprender con el once inicial manteniendo a Gonzalo Villar y a Pere Milla y dejando en el banquillo a Nino y Mfulu. Además, el preparador franjiverde se jugó una carta arriesgada dando entrada al canterano Óscar Gil en el lateral derecho en lugar de Tekio. Las otras novedades fueron Fidel en la banda izquierda, que sin hacer un partido sobresaliente demostró que tiene calidad suficiente para jugar siempre que esté forma; y la presencia de Yacine Qasmi como referencia ofensiva. El marroquí no brilló, pero le dio al equipo trabajo, presión y presencia en la zona de ataque, algo que los franjiverdes no tuvieron frente al Fuenlabrada.

El partido no pudo comenzar peor para el Elche. A los cinco minutos, Dani Calvo se introdujo el balón en su propia portería tras un centro de Sosa desde la banda izquierda. De nuevo tocaba nadar contracorriente y en el difícil estado anímico que rodeaba al equipo. Durante el primer tiempo, al conjunto ilicitano le faltó, además de fútbol, intensidad, lo que le llevó a perder la mayoría de los duelos ante un rival que daba la sensación que jugaba con una marcha más y al que los franjiverdes no le podían seguir la estela.

Tan solo un par de apariciones de Fidel por la banda izquierda y par de lanzamientos del onubense a balón parado dieron alguna sensación de peligro. Sin embargo, el Alcorcón, sin hacer nada del otro mundo, asediaron a Edgar Badía, que tuvo que emplearse a fondo hasta en cinco ocasiones para no ver perforada su portería por segunda vez. Afortunadamente, al descanso se llegó con el 1-0 en el marcador.

Doble cambio en el descanso

Como tendría que estar viendo las cosas Pacheta que en el descanso que realizó un doble cambio, algo que es la primera vez que hace el técnico burgalés desde que está en el banquillo franjiverde. Quitó a Ramón Folch y a Pere Milla, dos de los flamantes fichajes de esta temporada, y recurrió a la vieja guardia: Nino y Manuel Sánchez.

Y a partir de ahí, con algo de ayuda también de la fortuna, la dinámica cambió. A la primeras de cambio, Gonzalo Verdú se sacó de la chistera un golpeo perfecto y coló el balón ajustado al poste derecho de Dani Jiménez (1-1 m.46).

Entonces el que acusó el golpe fue el Alcorcón. El empate hizo crecerse al Elche y su jugadores mostraron mucha más intensidad, lucharon todos los balones divididos, presionaron más. Los franjiverdes recuperaron su esencia y daban la sensación de poder ganar el partido.

Entre esas, el debutante Óscar Gil también puso su firma para cruzarse de manera providencial a un balón que Sandaza ya tenía para marcar el 2-1. Hasta la suerte había cambiado.

El encuentro entró en un intercambio de golpes sin que ningún contrincante cayera a la lona. El partido fue avanzando sin sobresaltos en ninguna de las dos áreas, aunque con un Elche mucho mejor, con más anticipación y con más criterio a la hora de jugar la pelota.

La recta final iba a ser vertiginosa. En el minuto 81, el árbitro le enseñó la segunda amarilla al mediocentro del Alcorcón Aguilera. Los ilicitanos se quedaban con superioridad numérica y estaban ante su gran oportunidad.

Al minuto siguiente se lesionó Manuel Sánchez, que le había dado al equipo más intensidad y más «guerra». Pacheta tuvo que sacar deprisa y corriendo a Mfulu. Y en el 83 llegó el segundo de los franjiverdes. Fidel volvió a demostrar que tiene un guante en el pie izquierdo, lanzó un saque de esquina al corazón del área, Gonzalo Verdú amagó con ir hacia adelante, se hizo hacia atrás, engañó a la defensa y desde una posición franca conectó un perfecto cabezazo mandando el balón al fondo de la mallas (1-2 m. 83).

La alegría fue enorme y parecía que el partido estaba sentenciado y que el Alcorcón sí que había quedado ya tumbado en la lona y más con un hombre menos. Pero ni mucho menos, los madrileños sacaron fuerzas de flaqueza y atosigaron la portería de Edgar Badía a base de lanzamientos de faltas y, especialmente, de saques de esquina. En estos minutos cruciales, la defensa del Elche sí que estuvo atenta, concentrada y con anticipación en todos los balones aéreos. Llegó el minuto 90 y el ucraniano Miakushko enganchó un disparo desde la frontal y la pelota se dirigió a la escuadra. Entonces apareció Edgar Badía para realizar una estirada felina, sacar una mano increíble y mandar el balón a córner. El destino estaba escrito y el Elche tenía que ganar.

El colegiado alargó el partido seis minutos, pero ya no hubo tiempo para más. Los tres puntos viajaron a tierras ilicitanas y lo principal, la victoria, permite recuperar la moral y la autoestima a jugadores, técnicos, directivos y, sobre todo, a la afición. Con los triunfos, corregir los fallos y defectos es más fácil y ahí debe entrar en juego Pacheta.

Debut del canterano Óscar Gil y Nuke Mfulu juega sus primeros minutos como franjiverde

Debut del canterano Óscar Gil y Nuke Mfulu juega sus primeros minutos como franjiverdeÓscar Gil debutó la temporada pasada en el partido de la Copa del Rey frente al Córdoba, pero ayer lo hizo en Liga y, además, a lo grande: siendo titular, ganándole el puesto a Tekio y consiguiendo una importante victoria. Sin duda alguna, eso va a dar mucha moral al jugador ilicitano. Por su parte, el franco-congoleño jugó sus primeros minutos como franjiverde en un partido oficial. Parecía que iba a ser titular, pero empezó en el banquillo y salió en el minutos 82 tras la lesión de Manuel Sánchez. Apenas tuvo tiempo y ayudó en labores defensivas.

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