Cinco días para que empiece la fiesta. El Elche debuta el sábado en Fuenlabrada y afronta su primera semana decisiva, casi a todos los niveles: Junta de Accionistas e inicio de competición. Hora de cerrar la mayor cantidad de frentes abiertos posible.

La Dirección Deportiva tiene hasta el viernes para tratar de reforzar la plantilla antes de empezar la Liga. Será la primera cuenta atrás para Nico Rodríguez. La segunda no tardará en llegar, la semana final de mercado con el de 2 de septiembre marcado en rojo en el calendario.

Lo primero de todo será no recibir ningún disgusto desde la patronal de clubes con las cuentas, el límite salarial y la inscripción de los fichajes realizados durante el mercado. El Elche es optimista a este respecto y confía en que no se va a repetir lo que ocurrió la temporada pasada, cuando hubo jugadores que se quedaron sin ficha en el debut por culpa de los cálculos económicos. En este sentido, los movimientos que se aprueben mañana en la Junta de Accionistas deberían ser la llave para que las cuentas del Elche y de LaLiga vayan de la mano.

A partir de ahí, al club ilicitano aún le quedan tareas por resolver en el mercado de fichajes, tanto en cuestión de altas como de bajas. En este último apartado, las salidas de Jesús Olmo y de Borja Martínez deberían finiquitarse cuanto antes, por el bien de la entidad. Con ambos se está negociando con tranquilidad, especialmente con el futbolista alicantino, para conseguir las rescisiones de contrato en las condiciones más ventajosas posibles para el club. Eso sí, la calma de las últimas semanas podría mutar a prisa si se convierte en urgente liberar alguna ficha antes del partido contra el Fuenlabrada.

Borja Martínez y el Hércules, por su parte, mantienen su posición en la partida de póker que están jugando con el Elche. Todos defienden sus intereses pero en algún momento tendrán que sentarse a hablar y, viendo la distancia que hay en lo que desean unos y otros, entenderse y llegar a un entente común. El futbolista tiene un contrato firmado por el anterior inquilino de la Dirección Deportiva y, posiblemente por eso, el actual máximo responsable de los fichajes actúa con mano dura pensando en el máximo beneficio posible para su club.

Aguirre, un central y un «9»

De fichajes también se esperan novedades desde las oficinas del Martínez Valero, para resolver un atasco que dura un mes, tras un inicio de mercado en que el Elche se movió con rapidez para cerrar las primeras incorporaciones.

Desde entonces sólo han llegado Manu Justo, para irse cedido, San Román y Andoni López, cuya negociación se alargó hasta límites casi insospechados por la inclusión de la famosa cláusula de penalización/bonificación. De aquí al día 2 se espera cerrar al menos un refuerzo en cada línea, siendo prioritaria la defensa, donde quedan vacantes una plaza de central y otra de lateral derecho en la agenda de Nico.

Mientras Xabi Etxeita deshoja la margarita de su futuro, el Elche contempla opciones más accesibles. Desde el club están convencidos de que esperar es la mejor táctica para incorporar al central deseado, sobre todo porque consideran que con Gonzalo Verdú y Dani Calvo la posición está bien cubierta hasta septiembre.

Nico Aguirre es otro de los asuntos a dar carpetazo en los próximos días. El argentino rescindió con el Granada y su incorporación parecía inminente, pero el Elche está aplicando la misma táctica de tranquilidad que en otras negociaciones. Despacio y con buena letra. Además, su fichaje debería provocar una salida inesperada en la medular o que algún futbolista pierda galones con respecto a lo esperado para la próxima temporada.

La tarea final será el «9», donde el club ilicitano espera una joya de mercado que aparezca en los últimos días mientras pide turno para la posible cesión de otro futbolista del Athletic, Asier Villalibre, por el que también han pedido la vez otros equipos de Segunda. La cuenta atrás ha empezado.