Un fichaje y una salida. Así se resume, en lo que al mercado se refiere, la semana del Elche. Pese a que el director deportivo, Nico Rodríguez, había dejado entrever más movimientos durante estos días, la entidad franjiverde sigue moviéndose con cautela en el zoco de futbolistas que cada verano se instala entre junio y agosto.

El Elche va cubriendo sus prioridades. El segundo portero, para trabajar con Edgar Badia y tratar de disputarle el puesto, era una. Por eso se concretó la cesión de Miguel San Román, procedente del filial del Atlético, aunque conocedor ya del máximo nivel por sus entrenamientos a las órdenes de Simeone. Un portero de la zona, nacido en Benidorm, joven, con proyección y barato. Además, sin cláusula de penalización en caso de no jugar, una postura en la que el Elche ha sido tajante en otras negociaciones descartadas.

La salida de la semana ha sido la de Jony Ñíguez, cedido al Alcoyano. El futbolista jugará en Tercera División, donde le aseguran la misma cercanía que en Murcia para no trasladar a su familia y, en teoría, más participación.

En El Collao le han recibido con los brazos abiertos, tras el buen recuerdo que dejó allí en su etapa anterior. En el Elche se felicitan porque, pese a que habrá que pagarle su salario, liberan su ficha y masa salarial para cuadrar las cuentas del límite presupuestario con LaLiga.

A su vez, José Rojo, Pacheta, ya no tendrá a sus órdenes a un futbolista con el que no contaba ni para los amistosos de pretemporada. Un desenlace feliz para todas las partes implicadas. Donde no hay desenlace es en otras operaciones que en los despachos del Elche se esperaban acelerar esta semana. Pacheta está tranquilo, pero empieza a reconocer que necesita refuerzos, especialmente en defensa.

Sin prisa, pero sin pausa

El tema del central sigue atascado. Marcos Mauro no sale del Cádiz, ni tampoco renueva. El Elche no le pierde el ojo, pero el interés cada vez parece menos fuerte. Otros nombres aparecen en escena, como el del veterano Alexis Ruano. Según informó Onda Cero, el Elche le tiene en cartera y le ha ofrecido dos años de contrato. El problema es el dinero.

El defensa juega en el Al-Ahli de Arabia Saudí, donde emprendió su aventura la temporada pasada tras finalizar contrato en el Alavés. Quiere volver a España, pero su sueldo, obviamente, es prohibitivo para el Elche. Y en caso de negociar y aceptar una rebaja, entraría en escena el valor que le otorgue LaLiga a un futbolista de su calidad, que es lo que computa para el límite salarial.

Los laterales son la otra zona sensible a reforzar, especialmente el derecho, donde no se renovó a Alexander González y se rescindió contrato a Iván Calero para buscar un salto de calidad.

Por lo que respecta al ataque, la intención del club es apurar hasta el final del mercado para encontrar el futbolista que pueda marcar diferencias. «Puede ser un jugador que ahora mismo ni nosotros tenemos en la cabeza», reconoce Pacheta. En ese momento, el Elche también tendrá más claro el dinero que puede dedicar a la configuración de la plantilla.

La situación de los hombres que deberían salir del club antes del 2 de septiembre es similar a la de las llegadas. Pacheta valora el trabajo de todos sus jugadores y lo ha demostrado con un reparto de minutos salomónico en los cuatro partidos de preparación.

Sin embargo, quienes no cuentan en sus planes ya lo saben por boca del propio técnico. Borja Martínez quiere seguir en Segunda, con el Hércules a la espera. Con Olmo se espera llegar a un acuerdo para rescindir y Manu Justo, que mantiene su buen nivel, saldrá a Segunda B.