A Pacheta se le escapa una sonrisa pícara cuando habla del balón parado de su equipo de cara a la próxima temporada. El técnico reconoce que en esta suerte del fútbol, tan importante hoy en día sobre todo en una categoría tan igualada como Segunda División, los suyos no anduvieron especialmente finos el curso pasado.
De momento, los resultados de verano están dando motivos al burgalés para mantener la sonrisa en su rostro. Los franjiverdes ya han marcado seis goles a balón parado durante los cuatro amistosos estivales: dos de falta directa, otros dos en acciones de córner, uno en falta ensayada y otro desde el punto de penalti. En total, representan el 36% de los 17 tantos que lleva el Elche a estas alturas de su preparación.
Encantados con Fidel
Gonzalo Verdú, Fidel e Iván Sánchez están señalados como los principales especialistas para ejecutar faltas y córners. En el caso del central resulta una amenaza doble, por su golpeo en los lanzamientos directos y por su notable juego aéreo en la estrategia. En los dos cursos anteriores ya ha dejado diferentes muestras de que es un jugador a vigilar cuando pisa el área rival. En el Rico Pérez aún resuenan los ecos de su tanto con la zamarra franjiverde en Copa.
Sin embargo, la evolución del central cartagenero ha llegado en los disparos de falta directa. El curso pasado dejó boquiabierto al Martínez Valero con un golazo frente al Alcorcón y envió otros avisos que no encontraron las redes rivales por poco. Este verano, su primera víctima ha sido Gianni. El meta del UCAM no pudo hacer nada ante un «misil» teledirigido desde unos 30 metros que sirvió para adelantar a los franjiverdes en La Condomina. Los galones de Gonzalo le permitirán ser el principal candidato a lanzar las faltas para futbolistas diestros, sobre todo tras la marcha de Javi Flores.
Por su parte, Fidel aparece como la principal arma cuando el remate requiera una zurda precisa. Pacheta le señaló, tras los dos primeros amistosos, como un peligro por la calidad de sus centros. De momento está sacando córners y faltas desde ambos lados, con la recompensa de tres asistencias, dos en saques de esquina y una en falta lateral.
El otro zurdo que pide sitio es Iván Sánchez, que quiere también su cuota de acciones a balón parado para demostrar su calidad. Ya lo ha hecho en los dos cursos anteriores, aunque con cuentagotas. En Segunda B incluso llegó a marcar un tanto de falta directa. Por último, los penaltis de momento no parecen tener un dueño asegurado, tras la marcha de Xavi Torres (cinco goles el curso pasado), aunque el propio Iván, con dos penas máximas materializadas, solía ser el lanzador cuando el deXàbia no estaba en el terreno de juego. Claudio Medina transformó la única que ha tenido el Elche en esta pretemporada.
La sombra de Albacar
La estrategia y el balón parado han sido uno de los puntos fuertes del conjunto ilicitano en la última década, con un nombre destacado por encima de todos, el de Edu Albacar, especialista en la materia durante sus dos etapas como futbolista franjiverde.
La autocrítica de Pacheta por el rendimiento en la estrategia el curso pasado, con un tramo incluso a mitad de Liga en el que se perdieron varios partidos por goles encajados de este tipo, resalta aún más los datos de años precedentes.
La más prolífica de todas fue la 2017/18, con 15 goles de estrategia, tres de falta directa y cinco de penalti. Collantes y Albacar eran los principales ejecutores. Rubén Baraja, en la 2015/16, era un obseso de las jugadas de pizarra. Como resultado, su equipo sacó muy buen rédito: 13 tantos de estrategia y siete de penalti. Espinosa y Álex Martínez se encargaban de faltas y córners, mientras que Sergio León era el principal ejecutor desde los 11 metros.
Sin embargo, el mejor recuerdo de los aficionados del Elche se producirá al rememorar la 2012/13. Durante la histórica campaña del último ascenso a Primera, la estrategia de Fran Escribá con Albacar como estilete produjo 12 goles en acciones ensayadas, tres de lanzamientos directos en faltas y cinco penaltis. En este espejo se mira el Elche para pulir su nueva arma.
