Seguro que se acuerdan de cuando éramos pequeños y los profesores, en mi caso siempre fueron «seños» porque eran maestras, repartían los boletines de calificaciones. Antes del suspenso, el suficiente, el bien, el notable y el sobresaliente, existían el P.A. (Progesa Adecuadamente) y el N.M. (Necesita Mejorar).
¿A qué viene esto? No es un ataque de pura nostalgia. Si antes de las notas «de verdad» nos señalaban el camino con esta especie de pautas, es bueno que en pretemporada hagamos lo mismo, al ser el periodo de preparación del curso oficial, en el que la calificación ya será algo muy serio. Así debe valorarse al trabajo veraniego de un equipo de fútbol, el que va por la línea aparentemente correcta (Progresa Adecuadamente) y al que se le detectan errores de bulto a subsanar (Necesita Mejorar).
Dos rivales de Regional Preferente no pueden servir, ni mucho menos, para lanzar las campanas al vuelo, pese a marcar 12 goles en 180 minutos. De todos modos, a un equipo como el Elche, que quiere seguir la línea del curso anterior, es bueno que le entre la pelotita cuanto antes y cuantas más veces. Sobre todo porque ese fue uno de los principales problemas de la más que correcta 2018/19. Aunque no cuentan para los registros oficiales, al delantero le viene bien sentir la llamada del gol, sea quien sea el rival.
Una vez desgrosada la estadística principal en esto del fútbol, la de los goles, vayamos por partes. Empecemos por la intención. Al Elche de Pacheta se le detecta que quiere proponer juego, llevar la iniciativa. En algunas fases de los dos partidos se insistía en salir con la pelota jugada desde atrás, incluso con los centrales dando apoyo al portero en el saque de fondo abriéndose a los laterales del área. En este sentido, hombres como Tekio o Juan Cruz también rehusaban en alguna ocasión el pelotazo sin sentido para enlazar una transición ofensiva con los centrocampistas, a veces sin éxito. El engranaje de esta maquinaria se antoja fundamental para no cometer errores que propicien pérdidas de balón que ante un oponente más débil puede no costar caro pero que, en Segunda División, te pueden pasar factura en forma de puntos.
Si Pacheta hace hincapié en esta idea de juego una vez se presenten rivales de más nivel, el rendimiento de los generadores de juego va a resultar fundamental. Los laterales deben alcanzar un punto de forma físico óptimo para no perder esa décima de segundo que puede resultar la diferencia entre una buena combinación y un contragolpe rival. Los centrales deben sentir la confianza, tanto propia como de sus compañeros, en que la idea de juego es la correcta. Y se me antoja básico que los hombres de la sala de máquinas den un paso adelante. En este sentido, la baja de Javi Flores me parece muy importante.
Gonzalo Villar queda como único medio de calidad, lo que se puede interpretar, si no llega nadie más para reforzar esa posición, como una apuesta del club por su crecimiento. De momento, el murciano ha sido de los que menos ha brillado en pretemporada, posiblemente por un inoportuno contratiempo de salud. Tiempo tiene para hacerlo.
Si Pacheta tiene tan clara la filosofía de juego como parece indicar, tanto por sus propuestas iniciales en estos dos choques como por sus palabras ante los medios de comunicación, el Elche tendrá mucho ganado. En el fútbol, seguir la idea del líder es básico. Y esta plantilla parece comulgar cada palabra de su Mesías. Ojalá el guía vaya por el camino correcto.
Armas ofensivas
Del sistema defensivo pocas conclusiones se pueden sacar a día de hoy, más allá de que la teórica zaga titular de momento no ha cambiado con respecto a la de la segunda vuelta del curso anterior: Edgar Badia, Tekio, Gonzalo Verdú, Dani Calvo y Juan Cruz. No está Neyder, aunque se podría decir que el colombiano causó baja en el mismo momento que se lesionó de gravedad a mitad de campaña. Ni Torrellano ni Ilicitano generaron demasiado peligro a los franjiverdes, por lo que aplazamos cualquier conclusión a los duelos ante Orihuela y UCAM.
En ataque sí se empiezan a ver algunos detalles. En primer lugar, que si no se ficha a un «9» que asegure goles, esta tarea debería estar muy repartida. Pacheta trata de tatuar esta idea en la mente de sus jugadores. El gol no sólo debe ser cosa de Yacine, Nino o Claudio Medina. Desde atrás hay que aportar. En este sentido, futbolistas como Pere Milla, Manu Justo o Mfulu parecen haber captado la idea a la primera.
Mientras Iván Sánchez encuentra su espléndida versión 2018/19 y Josan pone a punto sus zapatillas de Sonic, el Elche ya ha señalado cuál puede ser su principal fuente de goles este curso: el balón parado. Fidel, tapado por la zurda de oro de Albacar en su anterior etapa, será el encargado de asistir. Rematadores hay de sobra.
Los dos primeros test de la pretemporada acaban con un buen sabor de boca. Recuerden, sin las calificaciones de los mayores aún. Esas notas se pondrán a partir del 19 de agosto. De momento, el equipo de Pacheta recibe un Progresa Adecuadamente tras sus primeros exámenes del curso.
