Poco más de un año en el Elche le ha permitido a Pacheta lucir galones de general en su segundo verano como franjiverde. El entrenador burgalés ha vuelto de las vacaciones con las pilas cargadas y haciendo gala de su forma de ser y entender la vida. Así conecta con cada pieza del club, desde jugadores a aficionados, pasando por el resto de técnicos, directivos y trabajadores de la entidad. Nadie escapa a un detalle de Pacheta.
Sólo así se puede entender la cuota de poder que tiene actualmente el míster en cada piso de la pirámide del Elche. Desde la base que forman sus aficionados, a los que se ganó con discurso y resultados, hasta la cúspide que ocupa el máximo accionista, José Sepulcre, con quien mantiene una relación cercana desde su aterrizaje en febrero de 2018.
Eran momentos dramáticos y la filosofía de Pacheta lo cambió todo, empezando por una racha sideral, la mejor de cualquier entrenador en la historia del Elche, que le llevó a permanecer invicto durante sus 16 primeros partidos como franjiverde. El que perdió, todos lo recuerdan, fue el más dulce de todos: la derrota en Villarreal que mutó en fiesta del ascenso a Segunda División.
El segundo acto era tan difícil como el primero. El Elche pasaba de ser el más guapo de la clase a pelearse con un nutrido grupo de pretendientes por un baile con la chica, metáfora esta del objetivo del curso pasado, la permanencia en la categoría de plata. Lo consiguió tan pronto que incluso se dio el lujo de hacer unos bises.
Ahora llega el tercer capítulo de la historia entre Pacheta y el Elche, con renovación de por medio en la que, evidentemente, cada parte defendió su parcela. El entrenador se ganó por méritos propios pedir lo que consideró oportuno, tanto en lo económico como en su cuota de participación, junto a Nico Rodríguez, en la configuración de la plantilla. Hubo entente y Pacheta ya vive desde el jueves su segunda pretemporada en el Elche, tras cuatro semanas y media de vacaciones.
La estabilidad del nómada
La estabilidad del nómadaY no es una experiencia nada habitual para el burgalés. De hecho, es la primera vez en el fútbol nacional que inicia dos campañas con el mismo club. En Oviedo y Alicante comenzó una. En Soria, donde bajó del despacho al césped, y Cartagena ejerció de revulsivo. En su exótica experiencia tailandesa con el Ratchaburi sí llegó a comenzar dos ligas.
En Elche, Pacheta ha encontrado el lugar donde sonreír y hacer felices a los demás. En su zurrón tiene un ascenso, una permanencia con uno de los presupuestos más bajos y una colección de estadísticas que, cuando no esté, darán lustre a su etapa. Por ejemplo, su 25% de derrotas (15 en 60 partidos) es el segundo porcentaje más bajo entre los técnicos con más de medio centenar de duelos en el banquillo ilicitano.
Una charla y un par de entrenamientos han bastado para ver a un Pacheta aún más enérgico y con la ilusión intacta del día que llegó. Aquel 28 de febrero pocos creían que todo saldría bien. Él no tardó demasiado en cambiar la mentalidad franjiverde. A día de hoy, el trono del Elche es suyo. Desde allí, el futuro del proyecto 2018/19 dependerá en gran parte de las decisiones de Pacheta.
Dato Desde Roque Olsen solo Fran Escribá logró encadenar dos temporadas completas en el Elche
Dato Desde Roque Olsen solo Fran Escribá logró encadenar dos temporadas completas en el Elche Pacheta cumple su segundo inicio de temporada en el Elche. Un dato que, en el banquillo franjiverde, no es cuestión de tomarse a broma. Pocos técnicos lo han logrado en el último medio siglo y sólo un par, leyendas de la entidad, pudieron regatear al despido en ese segundo curso.
Desde que Roque Olsen encadenará tres campañas seguidas (71/72, 72/73 y 73/74) únicamente Fran Escribá logró evitar la destitución en su segundo año de inicio. El valenciano también estuvo tres temporadas completas, de 2012 a 2015. Ambos lograron el ascenso a Primera.
Néstor Rossi, Mesones, «Tolo» Plaza, Rubio, Uribe, Vidal y Bordalás comenzaron dos ligas como entrenadores franjiverdes, pero fueron despedidos durante ese segundo año. A esta especie de maldición tendrá que hacer frente Pacheta durante los próximos nueve meses.
