Hoy se cumple un año desde que la afición del Elche celebró en la Plaça de Baix el retorno a Segunda División. La fiesta jaleando a los futbolistas y al entrenador Pacheta cuando salieron al balcón del Ayuntamiento era también sinónimo de esperanza de cara al futuro. Los seguidores franjiverdes habían vivido años muy duros después del descenso administrativo de Primera División en junio de 2015 y del mazazo que significó bajar de nuevo al pozo de la Segunda B en 2017.

El ascenso en Villarreal significó muchas y todo el mundo tiene la esperanza de que sea un antes y un después para el devenir de un club ilicitano que se está recuperando económicamente y que a nivel deportivo los aficionados ya sueñan con regresar pronto a Primera División y volver a disfrutar de los fastos de la Liga de las Estrellas, que permitan poner a la ciudad de las palmeras de nuevo en el foco del fútbol español.

Permanencia

El equipo y la mayoría de jugadores han crecido

La primera temporada del regreso a la categoría de plata se antojaba complicada. El lastre económico que aún arrastra la entidad franjiverde le deja sin mucho margen y con uno de los presupuestos más bajos de LaLiga 1/2/3. A pesar de ello, el equipo supo superarse con el paso de la jornadas.

En enero se veían nubarrones y la pesadilla de volver a Segunda B todavía sobresaltaba los sueños de muchos seguidores. Sin embargo, el equipo supo crecer, los fichajes del mercado de invierno ayudaron y, al final, el conjunto franjiverde consiguió la permanencia con cinco jornadas de antelación. Fue otro paso crucial para el crecimiento y la consolidación producida durante el último año.

Ahora el Elche ya no es un equipo recién ascendido. Su rivales lo respetan y no sólo lo hacen por su historia y por su pasado reciente, lo hacen porque ha sabido ganárselo en el campo y dando más de una susto y sorpresa a los llamados equipos punteros de la categoría. Además, la plantilla cuenta con una base de futbolistas que, tras un año de experiencia, ha demostrado sobradamente que tienen nivel para jugar y para hacer grandes cosas en Segunda División. La mayoría de jugadores procedían de Segunda División B y también han crecido en el último año después del ascenso conseguido en Villarreal.

Banquillo

La renovación de Pacheta mantiene al líder del vestuario

Pero no solo los futbolistas han mejorado. Pacheta, quien también debutaba en la Liga 1/2/3, ha hecho un curso acelerado y se ha convertido en uno de los entrenadores más admirados de la categoría. El ascenso de hace 365 días en Villarreal encumbró al técnico burgalés, que si ya era un líder y un ídolo para la afición, con la buena temporada y la permanencia conseguida en el último curso, ha sido encumbrado a los altares. Por ello, su renovación era una prioridad y pocos, casi nadie, contemplaba el nuevo Elche sin Pacheta en el banquillo.

Los estudiantes que eran los futbolistas han aprobado el curso con nota y el maestro se ha doctorado con el máster de la experiencia en el fútbol profesional. Esa simbiosis permite tener una buena clase para tratar de conseguir el sobresaliente cum laude la próxima temporada. El entrenador ya conoce el entorno y su exigencia. El último año también le ha permitido visualizar hasta el último detalle del franjiverdismo y del club ilicitano.

Por ello, a pesar de tener ofertas, incluso mejores a nivel económica, ha decidido quedarse porque, como dice el propio técnico « la cosa huele y pinta bien».

La vuelta de Sepulcre

Un dueño que se está jugando su dinero

A José Sepulcre todavía le queda mucho para lavar la mala imagen de sus últimas temporadas al frente del club ilicitano. El empresario ilicitano tiene un puñal clavado y quiere sacárselo. Por ello, ha aprovechado la venta de buena parte de sus empresas para apostar fuerte en el Elche.

Se ha convertido en el máximo accionista y en el dueño del club. Ha invertido mucho dinero y quiere que esa apuesta le salga bien. Como decía en la entrevista que ayer publicaba este diario ha aprendido de los errores del pasado y no quiere que las posibles equivocaciones vengan por terceros y por presiones. Y tiene claro que para conseguirlo debe rodearse de profesionales en cada área. Por ello ha contratado de Nico Rodríguez y Patricia Rodríguez.

Profesionalización

Nico Rodríguez y una directora general con prestigio

Los dos pilares básicos para que un club de fútbol funcione son sus áreas deportivas y económicas y en esos dos departamentos la entidad franjiverde va a contar dos profesionales de prestigio que ya han demostrado su valía en otros equipos. Nico no se casa con nadie a la hora de realizar fichajes. Lo que busca son futbolistas buenos que se adapten a los parámetros económicos de la entidad, independientemente del representante que lo lleve. El trabajo en equipo está por encima de las personas y siempre se ha dicho que cuatro o seis ojos ven más que dos.

Patricia Rodríguez tiene experiencia en Primera en un club modesto como el Éibar. Los números son lo suyo y conoce las exigencias de LaLiga, con la que, aparte, tiene buena relación. Y eso siempre ayuda. La ejecutiva vasca tiene la difícil labor de reconducir la parcela económica, sacar a la entidad franjiverde del concurso y hacerlo viable. Aceptó porque considera al club ilicitano con un gran potencial de futuro.

Las bases están puestas, el último año ha relanzad al Elche. Ahora el tiempo dirá.