El Elche tiene un serio problema con los futbolistas que no cuentan para la próxima temporada, principalmente con jugadores que han estado cedidos en otros equipos como han sido los casos de Lolo Plá, Collantes y Provencio y que tenían firmadas varias campañas más con el club ilicitano.

La entidad franjiverde necesita liberar los contratos de estos futbolistas para poder disponer de más masa salarial para configurar la plantilla de la próxima temporada. En caso de no llegar a un acuerdo, el dinero que se les adeuda computará en la campaña 2019-2020 y reduciría el total para fichajes.

Además, también urge llegar a un acuerdo con Jony Ñíguez. Apenas ha jugado desde que llegó Pacheta al banquillo del Elche, tiene firmada una vinculación con la entidad franjiverde de dos años más, hasta 2021, y con una cláusula de penalización en caso de salir antes.

Por su parte, Benja se marchó cedido al Hércules y aunque tiene un acuerdo para continuar en el club alicantino, su contrato con la entidad franjiverde finaliza en 2020 y también hay que aportar una importante cantidad de dinero para finiquitarle.

Ninguno de los cinco cuenta para la próxima temporada, al igual que otros cedidos como Nando Quesada. A ellos hay que unir a Zotko, Satoca y Alberto Rubio, que terminan contrato en junio y algunos de ellos tienen todavía cantidades pendientes de cobro. En total, el Elche tiene que afrontar pagos antes del 30 de junio para solucionar este problema por valor de unos 800.000 euros, lo que significa un difícil contratiempo.

Con Lolo Plá, Collantes y Provencio, el anterior director deportivo, Jorge Cordero, llegó a un acuerdo antes de que salieran cedidos para cerrar su vinculación con el Elche a final de temporada, previo pago del dinero estipulado.

Al mediapunta extremeño, que el pasado verano se marchó al Recreativo de Huelva y, a su vez, en enero fue cedido al Valencia Mestalla porque no estaba jugando mucho en el cuadro onubense, hay que pagarle cerca de 190.000 euros para poder rescindir su contrato.

Collantes también salió cedido al UCAM de Murcia en junio del año pasado y para marcharse se fijó una cantidad de 125.000, que sería abonada antes del final de la presente campaña. El extremo no contaba para Pacheta y se le tuvo que buscar una salida.

El caso de Dani Provencio fue diferente. Se quedó en la plantilla de Segunda División y tuvo algunos minutos en la Liga y en la Copa. Pero en el mes de enero la entidad franjiverde necesitaba liberar masa salarial y que salieran futbolistas para reforzar el equipo. El jugador no estaba por la labor de marcharse, pero, al final, en enero se fue cedido al Ibiza. También tiene pendiente de cobro unos 125.000 euros para poder liberar su contrato.

Los tres futbolistas firmaron con el club ilicitano en la temporada de Segunda División B y al ser jugadores codiciados para la categoría de bronce, Cordero les tuvo que hacer contratos de larga duración para que aceptaran venir al conjunto franjiverde y ahora surgen los contratiempos.

Los casos de Lolo Plá, Collantes, Provencio y Jony Ñíguez son los más preocupantes porque se tratan de cantidades importantes que van a obligar al Elche a realizar un gran esfuerzo económico para solucionar el asunto.