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El Elche aprueba el curso con nota

El equipo de Pacheta logra su objetivo de la permanencia con holgura y buen juego con unos de los presupuestos más bajos

Los jugadores del Elche celebran un gol durante un partido de la presente temporada. matías segarra

El Elche ha puesto el punto y final a la temporada 2018-2019 y a pesar de su mediocre último partido en Málaga el conjunto ilicitano ha sido buen estudiante y ha aprobado el curso con nota.

En su regreso a Segunda División el cuadro franjiverde tenía como único objetivo la permanencia porque partía con el segundo límite salarial más bajo de la categoría en el mercado de verano y con el cuarto en enero después de las aportaciones del máximo accionista José Sepulcre y de la rebaja de la deuda con Hacienda tras el abono de cerca de dos millones por la venta de Sory Kaba.

A pesar del poco dinero que ha habido para componer la plantilla, el equipo de Pacheta ha finalizado en la undécima posiciónPacheta, justo en el ecuador de la clasificación y ha conseguido una salvación holgada con cinco jornadas de antelación y sin la necesidad de llegar con agobios y nervios a las últimas jornadas de la competición.

Mal comienzo

La primera victoria no llegó hasta la séptima jornada

El inicio de temporada no fue nada fácil para el Elche. Con un calendario difícil en el que se tuvo que enfrentar en las primeras jornadas a Granada y Osasuna, los dos conjunto que han logrado el ascenso directo, hubo que esperar hasta la séptima jornada para celebrar la primera victoria de la temporada.

Los franjiverdes ofrecieron buena imagen en el arranque de competición, plantaron cara todos los rivales, pero siempre se quedaron a las puertas del triunfo por pequeños detalles. Ello, unido a la inesperada derrota en el Martínez Valero frente al Reus, hizo que comenzaran a entrar las dudas y que tanto el vestuario como la afición se concienciaran de que iba a ser una campaña muy complicada.

Los malos resultados situaron al conjunto ilicitano en la zona baja de la clasificación, incluso en los puestos de descenso.

Después de sumar los tres puntos en el partido frente al Lugo de la séptima jornada se vio un poco de luz en el largo túnel que quedaba todavía por delante. Los dos triunfos consecutivos contra Zaragoza y Málaga antes de llegar al descanso de Navidad permitió pasar unas vacaciones un tanto tranquilas, aunque con la preocupación de que había una duro y tortuoso camino por delante.

Punto de inflexión

El mercado de invierno aportó los refuerzos necesarios

El mes de enero significó un punto de inflexión para el conjunto ilicitano. Hasta ese momento, la plantilla contaba con la base de futbolistas que habían conseguido el ascenso y los fichajes de verano, a excepción de Xavi Torres y de Alexander, fueron todos jugadores sin apenas experiencia en Segunda División porque el dinero no daba para más.

En el mercado de invierno, Sepulcre decidió que había que aportar, mediante ampliaciones de capita, para que LaLiga permitiese aumentar el límite salarial. La llegada de jugadores como Dani Calvo, Karim Azamoum y, principalmente, el guardameta Edgar Badía permitieron dar un salto de calidad.

El regreso en pretemporada de Unai Simón al Athletic Club de Bilbao hizo que en la portería se generase un debate y muchas dudas porque ni José Juan, ni Francis Uzoho estaban cumpliendo con las expectativas en una posición tan específica y fundamental. La llegada del meta catalán aportó confianza y seguridad a la línea defensiva en la que también ha destacado Dani Calvo formando pareja con Gonzalo Verdú, que ha estado sobresaliente.

Iván Sánchez deslumbró en los momentos más complicados. Nino y Javi Flores aportaron el poso necesario que necesitaba el equipo y Juan Cruz se asentó en otra posición que no había tenido un dueño fijo como era la de lateral izquierdo.

La venta del máximo goleador Sory Kaba y salida de Benja también generó dudas del rendimiento en ataque. Pero el fichaje de Yacine Qasmi fue todo un acierto y, aunque sólo ha marcado dos goles, ha aportado mucho al juego ofensivo del equipo.

En la recta final del campeonato se ha unido un brillante Josan y toda esa coctelera de mejora provocó que el conjunto ilicitano fuera hacia arriba, se alejase de la línea roja y, a falta de cinco jornadas, lograse de forma virtual la permanencia, que ha sido todo éxito dadas las perspectivas y las circunstancias que han acompañado durante la temporada.

Futuro ilusionante

El regreso de Sepulcre y la estabilidad económica permiten ser optimistas

Ahora todo el mundo tiene la mirada puesta en la próxima temporada. El regreso del durante los últimos años defenestrado José Sepulcre ha sido aceptado con buen agrado y con ilusión por una buena parte de la afición. El empresario ilicitano se ha convertido en el máximo accionista aportando varios millones de euros y tiene decidido lavar la mala imagen de sus últimos años en la presidencia. Para ello, ha decidido controlar el club desde la segunda línea del palco y rodearse de profesionales como Nico Rodríguez y Patricia Rodríguez en las parcelas deportivas y económica. Su intención es no cometer los errores del pasado, profesionalizar el club e iniciar un proyecto a cuatro años que tenga como meta devolver al Elche a Primera División. Las renovaciones de Pacheta, Nino y Pacheta han sido la primeras piedras.

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