El Elche tiene por delante dos meses de ventaja con respecto a muchos equipos para poner los cimientos y perfilar el proyecto de la próxima temporada. A diferencia de las dos últimas campañas en las que tuvo que formar una plantilla totalmente nueva tras el descenso a Segunda B y tener que trabajar a contrarreloj después del ascenso , en esta ocasión hay tiempo suficiente para afrontar las negociaciones con tranquilidad y frialdad, y encontrar las piezas apropiadas en el mercado.
5 MILLONES DE LÍMITE SALARIAL | El Elche seguirá teniendo uno de los límites salariales más bajos de Segunda la próxima temporada, por lo que hay que ajustar el gasto.
El club ilicitano no puede volverse loco y tirar con pólvora de rey para agradar a la afición. José Sepulcre quiere lavar su imagen y recuperar el cariño perdido de los seguidores, pero el máximo accionista ya tiene la experiencia del pasado y sabe que la entidad franjiverde no puede realizar dispendios económicos. Lo primero es seguir ajustando su presupuesto a la realidad para salir de los problemas financieros en los que todavía está inmerso. El Elche ha estado a punto de morir y no se pueden repetir errores del pasado. Además, en las últimas temporadas se está demostrando que por invertir más dinero no llegan los resultados. Que se lo pregunten esta campaña a Las Palmas o al Málaga.
PRIMEROS 50 PUNTOS
La realidad de la permanencia, antes de poder soñar
La afición, los dirigentes y los propios futbolistas están ahora en estado de euforia por haber logrado la salvación con cinco jornadas de antelación. Después de lo visto en la presente campaña, quien más y quien menos piensa que con la base de la actual plantilla y cuatro o cinco refuerzos se puede aspirar a luchar por el ascenso. Pero la Segunda División es muy traicionera y el club ilicitano lo sabe mejor que nadie. Los cantos de sirena hay que dejarlos para otro momento y el mensaje debe seguir siendo el de la humildad, pensar exclusivamente en volver a alcanzar la permanencia lo antes posible y, una vez conseguida, ya habrá tiempo para soñar. Todo lo que no sea eso sería engañarse a sí mismo. Para ascender se deben dar muchas circunstancias favorables, además de tener un buen equipo. Y eso debe ser una meta totalmente secundaria para el equipo franjiverde de cara a la próxima temporada.
BANQUILLO
La continuidad de Pacheta es deseable, pero no imprescindible
El primer problema con el que se va a encontrar el Elche es la continuidad de Pacheta. La opinión es generalizada: el técnico debe continuar. Aunque en el mundo del fútbol, como en la vida, nadie es imprescindible. El entrenador burgalés tiene potestad y merece poner condiciones y que se las acepten, pero no a cualquier precio. Pacheta ha sido el gran artífice de la resurrección de un moribundo club, con el ascenso de la temporada pasada y la permanencia en la actual. Tiene todos los méritos y todo el respecto. Pero de ahí a entregarle un cheque en blanco hay un abismo. Está claro que se debe hacer un esfuerzo y grande para retenerlo. Sin embargo, el pasado también debe servir como ejemplo. Después del ascenso a Primera División, Fran Escribá cogió más galones de mando que los propios gestores de la entidad y en las dos temporadas en la Liga de las Estrellas, por cumplir sus deseos, se realizaron gastos desorbitados e innecesarios que se terminaron pagando.
PLANTILLA
El presupuesto va a seguir siendo de los más bajos
A pesar de ser el segundo año consecutivo en la categoría de plata, que se ha reducido la deuda con Hacienda y que la entidad está cumpliendo con el convenio de acreedores, LaLiga sigue teniendo al Elche entre ceja y ceja a nivel económico y el control de la Patronal, al igual que con el resto de equipos, va a ser muy estricto. Por ello, el club ilicitano, que tuvo en junio el segundo límite salarial más bajo de Segunda (3,8 millones) y en enero el cuarto (4,6), seguirá siendo de los más modestos y tendrá poco más de cinco millones para la confección de la plantilla. El nuevo director deportivo, Nico Rodríguez, y s us ayudantes Sergio Mantecón y Dani Carmona van a tener que hilar muy fino y deben tener muy buen ojo para firmar futbolistas. El Elche tiene otro problema añadido como es la gran cantidad de cedidos con contrato en vigor y cuyas rescisiones también van a significar un importante gasto. Por lo tanto, no es oro todo lo que reluce y, a pesar de las buenas intenciones, el club ilicitano deberá mantener su economía de guerra y dejar los sueños para una noche de verano. Todo lo que no sea eso sería volver a equivocarse. Luego, la pelota puede entrar y luchar por objetivos mayores, pero lo primero es ver la realidad y no distorsionarla. «El Mito de la Caverna» de Platón y «Luces de Bohemia» de Valle Inclán ya lo demostraron con sus obras maestras de la literatura. El fuego y los espejos no pueden volver a confundir al Elche porque, en ese caso, sí que sería su muerte.