George Orwell introdujo en su exitosa novela «1984» ese concepto de Gran Hermano que todo lo ve, de vigilancia masiva. Una idea que lleva tiempo implantada en el fútbol debido a los avances tecnológicos y que sigue evolucionando. Cada vez hay menos secretos. De hecho, el objetivo de los clubes seguramente sea doble y contradictorio a la vez: conocer al detalle al rival y que le conozcan lo menos posible a ellos.
En este sentido, LaLiga ha dado un paso de gigante a la hora de «democratizar» el fútbol con el suministro a todos los clubes profesionales (20 en Primera, 22 en Segunda) de la herramienta Mediacoach. Con ella, queda expuesto hasta el más mínimo detalle de cada partido disputado en nuestro país en categoría profesional. Luego son los clubes quienes, a través de sus analistas y técnicos, utilizan y sacan partido a esa ingente cantidad de datos e información generada.
A través de cámaras especiales instaladas en los estadios de LaLiga, entre ellos el Martínez Valero, se recoge toda la información. Cada futbolista sobre el terreno de juego es detectado con una precisión casi perfecta y de este modo se pueden extraer parámetros de valor, tanto a nivel físico como táctico: distancia recorrida, velocidad, repliegues, número de sprints realizados en determinados espacios temporales... Así, un analista puede informar a su entrenador, por ejemplo, si un jugador tiene un bajón físico en pleno partido, con datos en la mano.
Este es uno de los principales avances que ofrece Mediacoach, la posibilidad de extraer y analizar los datos en directo, durante la disputa de los partidos, a través de la app Mediacoach Live. Para ello, en España se aprovechó el curso pasado una especie de vacío legal, ya que el uso de tecnología en los banquillos con el choque en juego no estaba permitido por FIFA. La única excepción que se hacía era por motivos relacionados «exclusivamente al bienestar y la seguridad del jugador». Al recoger parámetros médicos entre sus datos, el empleo de Mediacoach tuvo luz verde. En junio de 2018, el máximo órgano rector del fútbol modificó sus leyes y ya permite el uso de pequeños aparatos electrónicos en los banquillos.
¿Cómo ha cambiado la visión de deportistas y técnicos la eclosión de Mediacoach? Al principio, como cualquier novedad, hubo alguna reticencia, especialmente desde la postura del jugador. Sin embargo, el tiempo pone a cada uno en su sitio. Y cada vez hay más futbolistas enganchados al mundo de los datos y las estadísticas, conocedores de que cuanto más control tengan sobre su rendimiento, mayor será su evolución. Además, la herramienta también es fundamental para el «feedback» con el deportista en cuestiones físicas y así prevenir lesiones. Técnicos, analistas, preparadores físicos, personal médico y miembros de la dirección deportiva de cada uno de los 42 clubes de LaLiga tienen acceso a la app.
Pacheta, encantado
Entre las 350 personas con usuario y clave se encuentra Pacheta. El entrenador del Elche realiza un uso exhaustivo de Mediacoach tanto de manera interna con jugadores y técnicos como externa, ya que es habitual verle en las ruedas de prensa con papeles en los que apunta datos extraídos de la plataforma.
«Mediacoach es una herramienta que nos proporciona información muy importante y precisa, fundamental para la mejora de nuestros jugadores», responde Pacheta al ser cuestionado sobre esta ayuda que, por ejemplo, la pasada temporada no pudieron disfrutar en el Elche.
«La información siempre es diferencial», concluye el técnico franjiverde. Mediacoach ha llegado para quedarse y ayudar. Ahora, cada sustitución suele tener un dato detrás. Además del grupo humano, Pacheta también tiene un aliado tecnológico.
Big Data: La figura del analista gana peso en el deporte de elite
El caso de Mediacoach en el fútbol español es uno entre tantos de la eclosión del Big Data en el deporte de primer nivel. Clubes y deportistas, convertidos prácticamente en empresas, quieren tener el mayor control posible sobre sus activos.
Además, con los avances tecnológicos de la sociedad actual, el volumen de datos y la capacidad de procesarlos han crecido de un modo especialmente significativo. Quedarse atrás en este sentido es sinónimo de perder ritmo competitivo, tanto en el negocio puro y duro como en la propia competición.
Por este motivo, la figura del analista de Big Data está ganando peso en el deporte de alta competición, como ha ido ocurriendo en otros sectores. Alguien capaz ya no sólo de almacenar datos sino de analizarlos y presentarlos a técnicos, médicos o deportistas para trabajar con ellos es un activo valioso para cualquier club profesional.
