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El líder no perdona al Elche

Los franjiverdes se adelantaron pronto con un golazo de Iván Sánchez, pero Osasuna remontó en dos llegadas aisladas y demostró que va lanzado hacia Primera - Gran primer tiempo de los ilicitanos, que pudieron sentenciar con media docena de claras ocasiones

El líder no perdona al Elche

El fútbol, deporte centenario y universal, tiene sus leyes. Todos sus fieles las conocen. La primera de ellas se vio anoche en el Martínez Valero: si perdonas, lo pagas. Y más contra el líder. El Elche cayó ante Osasuna (1-2) en un duelo en el que fue superior a su oponente en juego y en número de ocasiones generadas. No así en goles, que es lo que cuenta.

El primer tiempo de los hombres de Pacheta rozó la perfección, al menos en el 80% del terreno de juego. Solo le falló el remate. Marcó pronto, como mandan los cánones, pero pudo golear al rival antes del descanso.

Las dos escuadras salieron bien plantadas al terreno de juego y pronto llegó el picotazo de Iván Sánchez. Y eso que la orden de Arrasate parecía muy clara. Dos contra uno frente al jienense. Pero ni eso frenó al extremo franjiverde, que cada partido confirma su gran temporada.

A los seis minutos recibió en su zona preferida e hizo lo que tantas veces ha hecho este curso. Él sabía lo que iba a hacer. Sus dos marcadores (Clerc y Barja) lo sabían. Arrasate y Pacheta lo sabían. Iván se acomodó el balón a su perfil zurdo, recortó hacia dentro del área, soltó el latigazo y celebró el tanto. Pura rutina.

Osasuna reaccionó a base de saques de esquina, pero la zaga franjiverde no concedió ocasiones a balón parado. Un mal control de Nacho Vidal dentro del área cuando se quedaba en una posición muy favorable para marcar y un paradón de Edgar Badia a un potente zurdazo de Roberto Torres desde fuera del área fueron la carta de presentación del líder.

A partir de ahí, 20 minutos de monólogo franjiverde sin el premio del gol. El Elche las tuvo de todos los colores. Josan fue un puñal por la izquierda, pero sus buenos centros no encontraron el acierto de Yacine, especialmente negado anoche. Nino probó a Rubén desde la frontal, sin éxito. Dani Calvo cruzó demasiado un preciso envío desde saque de falta de Javi Flores. Tanto, que el balón acabó en saque de banda.

El juego ilicitano maravillaba por momentos, con un inmenso Karim Azamoum en la recuperación y la organización junto a Flores. Y aún quedaba la más clara del primer acto.

Con Osasuna pidiendo la hora, el Elche enlazó una combinación de posesión y pases que hubiera firmado el mismo Ajax para acabar encontrando el hueco por la banda de Josan.

El crevillentino se quedó solo ante Rubén y el egoísmo le superó. Ni asistió a Nino, que estaba para empujarla ni remató bien. Curiosamente, una sobresaliente acción colectiva se fue al traste por un exceso de individualismo.

El descanso llegó y el premio local era muy pequeño en comparación a los méritos realizados sobre el césped: por su fútbol y por la entidad del rival.

Dos llegadas, dos goles

El segundo acto siguió el mismo guion. Josan hizo de espejo de Iván Sánchez al poco de volver a la acción. Recogió un balón en la izquierda, se perfiló con la derecha y buscó el palo opuesto. El resultado, al contrario que suele ocurrir con su compañero, fue infructuoso.

Ante tanto perdón, Osasuna se puso su traje de líder. El conjunto navarro no tuvo, ni de lejos, su noche más brillante, pero dio una clase de eficacia. Empató sin necesidad de generar juego, tras una falta botada desde la izquierda que despejó Dani Calvo como pudo. El balón quedó suelto y ahí apareció David García para fusilar a placer. Eso sí, lo más cruel para el Elche estaba todavía por llegar.

La reacción inmediata de los franjiverdes fue notable. Tras marcar Osasuna, el Elche generó tres acciones claras de gol en los siguientes minutos. Sin embargo, la historia estaba escrita y ninguna de ellas terminó bien.

Yacine se empecinó en demostrar que no era su día con un remate a las nubes desde el área pequeña, tras un mal tiro de Javi Flores que mutó en perfecta asistencia. El propio artista andaluz solicitó pena máxima instantes después y Nino tuvo las dos últimas para los locales. Primero se topó con una dura mano abajo de Rubén y luego vio cómo un voleón que tenía pinta de golazo le quitó el polvo al palo de la portería de Osasuna.

El epílogo del partido confirmó que Osasuna es un equipo lanzado hacia Primera y que el Elche está muy bien, pero le falta algo. Los navarros, en su segundo remate del segundo tiempo, remontaron el choque. Roberto Torres soltó un impecable latigazo con la derecha casi sin ángulo que sorprendió a Edgar Badia.

En «shock» y casi sin energías, el Elche vio morir el partido. Satisfacción por el buen trabajo, decepción por el resultado. Demasiado perdón para ni siquiera puntuar ante el mejor equipo de la categoría. Es la ley del líder. Es la ley del fútbol.

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