Nacho Gil está teniendo una temporada para olvidar. El mediapunta valenciano ha reconocido en más de una ocasión que está siendo una campaña difícil a nivel personal, pero no podía imaginar que podría ser todavía peor.

El futbolista del Elche se lesionó el pasado domingo frente al Córdoba cuando apenas llevaba ocho minutos en el terreno de juego. Entró en el 76 por Iván Sánchez y en el 84, cuando fue en busca de un balón que se había quedado suelto a la espalda de la defensa andaluza que había hecho el fuera de juego, sufrió un tirón muscular en la parte posterior del muslo de su pierna derecha.

Después de las primeras pruebas, se le ha diagnosticado una rotura en la zona de los isquiotibiales. Una lesión que puede ser importante y que está pendiente de un análisis más profundo de las pruebas radiológicas a las que ha sido sometido. El tiempo de baja en estos momentos es indefinido, pero, en el mejor de los casos, no va a poder jugar, como mínimo, hasta dentro de un mes. Incluso se teme que pueda ser más grave y haya dicho adiós a lo resta de temporada, porque quedan poco más de dos meses de competición.

Un año para olvidar

Nacho Gil, que era una de las grandes promesas de la cantera del Valencia, lleva unos 12 últimos meses para olvidar. En el mercado de invierno de la temporada pasada fue cedido por el conjunto che a Las Palmas y no pudo evitar el descenso del conjunto canario a Segunda División. En la presente campaña debía realizar la pretemporada con el cuadro valenciano, pero no contó para Marcelino en el Valencia y tuvo que salir porque no quería ni que entrenase con el primer equipo.

Ante esta situación y con la recomendación de su hermano Carles Gil, que formó parte de la plantilla del Elche de los récords que logró el ascenso a Primera División con Fran Escribá en el banquillo, vio en el club ilicitano un buen destino para enderezar su carrera y comenzó a entrenar a las órdenes de Pacheta.

Pero su ficha no pudo ser dada de alta en verano al haber sobrepasado la entidad franjiverde el límite salarial y era un jugador con mucho valor de mercado para LaLiga porque venía de Primera División, a pesar de que el Valencia se hacía cargo de la mayor parte de su ficha. Aún así, decidió quedarse en el Elche, continuar entrenando y ver en el mercado de invierno la posibilidad de tener ficha. Y así fue.

Pacheta comenzó en enero contando con él, pero se notaba que le faltaba ritmo de competición después de tanto tiempo sin saltar al campo. Últimamente no estaba jugando, aunque en Las Palmas fue titular y no hizo un mal partido y ahora le ha llegado esta lesión que ha dejado totalmente hundido al jugador valenciano, como se demostró el pasado domingo nada más ocurrirle la desgracia.