Sin más tiempo para lamerse las heridas tras el tropiezo en Zaragoza y la polémica por los cambios en La Romareda, el entrenador del Elche enfatizó ayer la decisiva importancia de una victoria mañana (16.00) ante el Alcorcón en el Martínez Valero para tener mucho más despejado el objetivo de la permanencia. José Rojo, Pacheta, subrayó que el equipo tiene «la obligación de ganar» para seguir a nueve puntos de la zona de descenso y apeló a la «identificación» del vestuario con el coliseo franjiverde para reencontrarse con la victoria en el que será el partido número 400 como franjiverde del delantero Nino, «una máquina, un privilegio trabajar con él y una escuela impagable».
En vísperas de la 31ª jornada (de 42) en LaLiga 1/2/3 que se abre esta noche, Pacheta recalcó la trascendencia que tiene vencer al Alcorcón «porque el objetivo [de la salvación] se clarifica mucho si a falta de once jornadas seguimos a nueve puntos» de la zona de salvación. El técnico sostiene que una victoria ante el conjunto alfarero tiene «mucha más importancia» que la lograda ante el Cádiz (1-0) en el Martínez Valero el pasado día 9, al tiempo que recordó la alta exigencia de esta categoría para evitar cualquier exceso de confianza o relajación en este tramo decisivo del curso: «Cuando crees que tienes algo ya logrado, esta Liga te devuelve a la cruda realidad en una o dos semanas».
Después de la derrota en Zaragoza (1-0) del sábado que truncó la racha ilicitana de cuatro jornadas consecutivas sin perder -dos victorias en casa ante Cádiz y Extremadura y dos empates en Lugo y Mallorca-, el preparador burgalés subrayó que su equipo está «obligado a ganar» mañana para seguir manteniendo la distancia de nueve puntos sobre el descenso.
Sobre todo porque el equipo que marca la zona de peligro, el Extremadura, sumará seguro los tres puntos en liza al adjudicársele el triunfo sin necesidad de jugar esta jornada contra el ya descalificado Reus.
«Si nosotros ganamos, la distancia seguirá siendo de nueve puntos y conseguiremos decir adiós a muchas posibilidades de que no se cumpla el objetivo», recalcó Pacheta.
Además de la tensión por los puntos en juego frente a un rival que ha ido de más a menos en la temporada, el preparador contribuyó a subrayar uno de los grandes nombres propios de mañana en el Martínez Valero, el delantero Nino. Pacheta se deshizo en elogios hacia el futbolista almeriense, que cumplirá 400 partidos en sus 11 temporadas con el Elche. «Es un privilegio compartir vestuario con él y sus estadísticas son extraordinarias. Les digo a los jóvenes que aprovechen y aprendan de Nino porque es una escuela impagable», explicó.
Sobre el Alcorcón de Cristóbal Parralo, el entrenador del Elche afirmó que «es un equipo sólido y consistente, con mucha experiencia en Segunda, cuyos jugadores conocen muy bien la categoría y saben manejar los tiempos de los partidos y la competición».
Ante la más que probable vuelta a la titularidad de Juan Cruz en el lateral izquierdo tras su partido de sanción en Zaragoza, Pacheta aplaudió el trabajo y la entrega de Manu Rodríguez -relegado en La Romareda por Neyder Lozano-, al tiempo que expresó su disgusto por la tarjeta amarilla que vio Manuel Sánchez en ese partido y que le obligará a descansar mañana. «Tenemos que controlar más y mejor esas situaciones porque debilitan al equipo», indicó.
El técnico admitió que prefiere trabajar con plantillas más cortas y aseguró que el secreto de su complicidad con los jugadores consiste en tratarles como a sus hijos «y no engañarles, ni traicionarles». Por último, defendió que dejar jugar al portero Edgar Badía el martes con la selección catalana ante Venezuela «le vendrá bien anímicamente, estará más contento y parará más con el Elche».
