El Cádiz vuelve este sábado (20.30 horas) al estadio Martínez Valero. El conjunto gaditano es la auténtica bestia negra del Elche a lo largo de su historia. El conjunto ilicitano ha vivido la maldición amarilla en varias ocasiones de amargo recuerdo para la afición franjiverde.

Una de las páginas más duras de los enfrentamientos entre Elche y Cádiz se vivió un 24 de mayo del año 1981. Era la última jornada de la Liga en Segunda División. A los ilicitanos les valía el empate para ascender a Primera.

Las calles de la ciudad estaban engalanadas y con un ambiente festivo para celebrar el ascenso. La afición se volcó como nunca se había visto. El estadio Martínez Valero, entonces denominado todavía Nuevo Estadio, se llenó hasta la bandera con cerca de 60.000 espectadores. Había gente hasta en lo más alto del gallinero. En aquella época no había tornos para controlar la asistencia ni nada parecido.

Pronto se comprobó que iba a ser una tarde negra. Una mala salida de Campos -llegaron a criticar que se había vendido- terminó con gol del Zúñiga para el Cádiz. Posteriormente, Txomin igualó el marcador y una explosión de júbilo apareció en las gradas. El sueño todavía parecía posible, pero fue solo un espejismo porque Megías marcó el 1-2 y los franjiverdes se quedaron sin ascenso.

Numerosos seguidores abandonaron el campo con lágrimas en los ojos y muchos de ellos prometieron que no volverían nunca. Algunos siguen cumpliéndolo. Ahí comenzó la maldición del Cádiz.

A su vez, recientemente también se han vivido amargos episodios con el conjunto andaluz como protagonista. Hace dos temporadas, el 4 de junio de 2017, el Elche descendió, después de 18 años, a Segunda División B tras perder con el cuadro gaditano. En aquella ocasión fue en el Ramón de Carranza. Los franjiverdes estaban obligados a ganar para continuar con aspiraciones de permanencia. Tras finalizar la primera parte con empate a cero, nada más comenzar la segunda, Pelegrín se marcó un gol en su propia portería y Salvi remató a los ilicitanos con el 2-0 en el minuto 70. El tanto de Guillermo, en el minuto 90, solo sirvió para maquillar el marcador. De aquel encuentro solo queda Nino en la actual plantilla. Aún se recuerdan los ojos encristalados del goleador al final del partido. Fue otro duro mazazo frente al Cádiz.

Y por si fuera poco, aunque no tan trascendental, en el choque de la primera vuelta de la actual campaña, disputado en tierras gaditanas el 4 de noviembre, los franjiverdes se pusieron 0-1 en el marcador con un gol de Sory Kaba. Llegaron al descanso con ventaja, pero en apenas 25 minutos de la segunda parte encajaron cinco tantos y terminaron perdiendo 5-1, en lo que ha sido la mayor goleada de la presente temporada. Pacheta, incluso, pidió disculpas a la afición tras aquel varapalo.

Oportunidad de resarcirse

Aunque las heridas de los enfrentamientos entre ilicitanos y gaditanos no van a curarse y quedarán siempre para los anales de la historia, el Elche tiene este sábado la oportunidad de resarcirse. Un triunfo de los franjiverdes permitiría dar un paso casi definitivo para conseguir la permanencia y para disfrutar de los últimos tres meses de competición sin la tensión de la obligación de ganar.

Pacheta y sus futbolistas tampoco olvidan el encuentro de la primera vuelta y seguro que, también, tienen sed de venganza. La historia ha quedado atrás, pero los seguidores no olvidan que los gaditanos han sido la auténtica bestia negra y seguro que, en caso de triunfo, lo celebrarán de una forma más especial que contra cualquier otro rival.