El gol del exfranjiverde Benja Martínez en Buñol del pasado domingo supuso el final de una sequía de casi seis meses sin gol de un suplente en el Hércules.

El último en hacerlo fue el canterano Salinas el pasado 30 de septiembre, que hizo el 0-2 de la victoria alicantina en Cornellà. Para encontrar un gol decisivo de un jugador que partía desde el banquillo hay que remontarse a la segunda jornada, concretamente al 2 de septiembre, cuando el camerunés Stéphane Emaná marcó en Villarreal el 0-1 en un partido que terminaría ganando el Hércules por 1-2 con un gol kilométrico del lateral castellonense Juanjo Nieto. Precisamente en la jornada anterior, la inaugural de esta temporada 18-19, otro suplente le había dado la victoria al conjunto de Planagumà, cuando el experimentado Juli firmaba el 2-1 sobre la bocina ante el Ontinyent en el Rico Pérez.

En la Ciudad Deportiva granota el técnico catalán Lluís Planagumà dio con la tecla para adecentar la pobreza de la primera mitad blanquiazul, impropia de un equipo que no oculta en toda la temporada que aspira a lo máxima en este quinto asalto a la Segunda División. Esta vez la entrada de Pol Roigé y Benja desde el banquillo impulsó a un Hércules que no había hecho su primer disparo a portería hasta el minuto 61, por mediación de Diego Benito.