Jony Ñíguez está viviendo uno de sus peores etapas desde que es futbolista profesional. El jugador ilicitano vio cumplido la temporada pasada su sueño de jugar en el Elche, el equipo de sus amores y de su ciudad, y disfrutó como nadie del ascenso a Segunda División. Pero en la presente campaña las cosas le han cambiado y han ido a peor.

El mayor de los hijos de Boria no cuenta para Pacheta. Apenas ha disputado un minuto en la Liga y sólo tuvo participación en la Copa, en la que jugó dos partidos y marcó un gol de penalti. Es un asiduo a la hora de quedarse fuera de las convocatorias por decisión, incluso el técnico del Elche prescinde de él hasta en los amistosos. Frente al Zenit de San Petersburgo prefirió llamar al jugador del filial Jero Rocamora y no contó con Jony.

Pacheta dijo públicamente que cada futbolista sabía su rol dentro de la plantilla, pero aseguró que Jony era uno más. Sin embargo, el pasado sábado el entrenador del Elche convocó a todos los jugadores disponibles en el hotel Milenio, antes del encuentro frente al Extremadura, pero no llamó al centrocampista ilicitano. Fueron los 19 que estaban en condiciones de jugar, incluido Manu Rodríguez, que fue el jugador descartado en la lista de 18 que se vistieron.

Jony Ñíguez intentó salir en el mercado de invierno. Su destino iba a ser el Alcoyano, pero el club de El Collao no dispuso de fichas libres y no pudo hacerse con sus servicios. A pesar de que lo está pasando muy mal, el mayor de la saga Ñíguez no arroja la toalla y acude cada día a entrenar con la ilusión y las ganas de que las cosas cambien.