Tenía que ganar y el Elche lo hizo. El conjunto de Pacheta aprobó con buena nota su peligroso examen frente al Extremadura y sumó tres importantes puntos que le permiten alejarse a ocho puntos de los puestos de descenso. Además, supera también en el «gol-average» particular al equipo de Almendralejo tras el 3-3 del choque de la primera vuelta. Es cierto que los extremeños todavía tienen que sumar la victoria cuando le corresponda jugar frente al Reus, pero en esa jornada los franjiverdes disputarán partido y pueden mantener la distancias. La derrota acabó con la destitución del técnico visitante, Rodri.
En el fútbol los inventos no terminan siempre de funcionar y ayer, en el encuentro más importante de la temporada, Pacheta decidió volver a su esencia y al sistema de juego que mejor resultado le ha dado desde que llegó al banquillo ilicitano. El preparador burgalés apostó por el 1-4-1-4-1 que tan reconocible fue la temporada pasada y le funcionó.
Prescindió de Xavi Torres y situó a Manuel Sánchez como único pivote y el resultado fue inmejorable. El cordobés, a pesar de jugar desde el minuto 18 condicionado por una tarjeta amarilla, fue el que aportó el equilibrio en el centro del campo. Se bastó el solo y, por si fuera poco, cuando peor lo estaba pasando el Elche, se sacó de la chistera un lanzamiento con su pierna izquierda, desde una posición escorada en el exterior del área grande, y mandó el balón al fondo de la mallas. Era el minuto 87, el partido quedó sentenciado y el Extremadura bajó los brazos y ofreció rendición.
Además, la presencia del mediocentro permitió formar una línea de cuatro mediapuntas, con Javi Flores y Nino por el centro -cada vez que tocaban el balón era una delicia y el equipo ilicitano lo nota- y Josan e Iván Sánchez por las bandas para desbordar y, a su vez, ayudar a Alexander y a Juan Cruz en labores defensivas. Mención especial merece el jienense quien tras un mes lesionado volvió y parecía que no se había ido. El mayor peligro llegó por su banda y transformó, con una tranquilidad pasmosa, el penalti.
Yacine se estrenó como titular, confirmó que va a ser el delantero titular y sólo le faltó el gol. Tuvo un buen remate y otro balón que se estrelló en el poste, luchó como un cosaco y mostró maneras de delantero muy interesante.
Si a eso añadimos que la defensa estuvo firme, con Gonzalo Verdú imperial, y Dani Calvo, Juan Cruz y Alexander de notable para arriba, el diseño de Pacheta, un tanto criticado en las últimas jornadas por sus extrañas apuestas, dejó un bonito cuadro.
Salida fulgurante
Al Elche no le temblaron las piernas a pesar de que había mucho en juego. Salió a por todas. Presionando al Extremadura arriba, ahogando al rival y dándole un ritmo vertiginoso al partido. En los tres primeros minutos, Javi Flores lanzo alto, Gonzalo Verdú, en un remate de cabeza; y Nino, que no llegó por muy poco a un centro del cordobés; pudieron inaugurar el marcador. No lo hicieron, pero esa puesta en escena tan fulgurante enganchó a la grada y la comunión fue perfecta.
Los extremeños dejaban detalles de mediocampo hacia adelante, pero sin llegar a asustar y a incomodar la portería de Edgar Badía, en buena parte por el buen nivel defensivo del cuadro ilicitano. Yacine la tuvo a los 20 minutos y en el 28, Flores, muy listo, puso el cuerpo delante del internacional José Antonio Reyes, quien le tocó levemente y provocó su caída dentro del área. El árbitro, en esta ocasión fue benévolo con el Elche, y señaló la pena máxima. Iván Sánchez hizo el resto e inauguró el marcador, premiando el mejor juego de los franjiverdes.
La alegría se desbordó y el jolgorio pudo llegar sólo dos minutos después cuando Yacine estrelló el balón en el poste. Al descanso, el equipo de Pacheta se marchó con una ventaja que se antojaba escueta para los méritos de uno y otro.
Las cosas cambiaron en la segunda parte. El alto ritmo de juego de los primeros 45 minutos y la tensión de lo mucho que había en juego provocaron un inusual cansancio en los franjiverdes, a los que en determinados momentos les faltaba oxígeno y parecían que las piernas las tenían fundidas y que el motor no funcionaba.
Los cambios ayudan poco
Pacheta dio entrada a Nacho Gil, que no termina de arrancar, por Iván Sánchez, con molestias musculares; y a Xavi Torres, al que le costó encontrar su sitio, por Nino, para reforzar el centro del campo. Ninguno de ellos dieron el nivel de sus compañeros titulares.
En esos momentos de dificultad apareció la línea defensiva franjiverde para frenar los ataques del Extremadura, que eran más por ímpetu que por méritos.
Aún así, Josan en una contra, llegó bien al área, recortó, pero se quedó sin fuerzas a la hora de rematar cuando estaba solo ante Casto. Y poco después, Javi Flores, que ve el fútbol como nadie, le dejó un balón en bandeja a Alexander González, quien se había incorporado muy bien desde atrás, pero el venezolano mando el balón alto con toda la portería para él.
El Elche había perdonado la sentencia y lo pudo pagar. Menos mal que Edgar Badía, que apenas había tenido trabajo, detuvo un buen disparo de Nando, el jugador más peligroso de los extremeños, que también tuvo un disparo que salió rozando la escuadra. Ese fue el bagaje ofensivo de los visitantes.
Hubiera sido muy injusto el empate, a pesar de que el nivel del Elche bajó de forma considerable tras el descanso y con los cambios.
Con la incertidumbre del 1-0 y con la impresión de que el equipo estaba fundido, hubo unos minutos en los que el Martínez Valero enmudeció. Un remate de Javi Flores a las manos de Casto y un remate de cabeza de Gonzalo Verdú, en dos jugadas aisladas, volvieron a alterar a la grada que se dio cuenta que ante la falta de oxígeno, sus futbolistas necesitaban el aliento del público.
Corría el minuto 87 y Manuel Sánchez se encargó de bajar el telón al partido. En una jugada más propia de un extremo y de un futbolista fino enganchó un disparo con la izquierda y mandó el balón donde Casto no llegaba. Punto y final a una tarde con mucho en juego y a un examen superado con buena nota.
Había mucha diferencia entre ganar y no hacerlo. El Elche abrazó el premio, queda mucha Liga todavía, pero la permanencia está muy encarrilada.
