La cesión de Benja al Hércules puede traer cola. Además de algunas críticas que está recibiendo el club ilicitano por dejar salir al etereno rival al delantero titular en el último partido, la entidad franjiverde se ha encontrado con la normativa de que no puede fichar ningún recambio para el atacante catalán.

En principio parecía que el Elche sí que podía incorporar un jugador que estuviera en paro, fuera profesional y sin necesidad de tránsfer; pero la legislación, según han podido confirmar a este diario a través de diferentes representantes de futbolistas, solo lo contempla en el caso de tener licencias libres a fecha 31 de enero, que fue cuando se cerró el mercado de invierno.

El club ilicitano dispone de una ficha libre -la de Benja- pero ha sido dada de baja fuera de plazo, por lo que una vez finalizada la ventana de enero no puede incorporar ningún relevo. Solo lo podría hacerlo en caso de lesión de larga duración, algo que no sucede en estos momentos.

Fuentes de la entidad franjiverde aseguraron ayer que no tenían intención de fichar ningún delantero para sustituir a Benja. El argumento fue que con Nino y las dos incorporaciones de invierno, Carlos Castro y Yacine, el ataque está bien cubierto e, incluso, si el asturiano y el franco-marroquí rinden al nivel que se espera, pueden superar el rendimiento que han ofrecido Benja y Sory Kaba.

Sepulcre se «sale» con la suya

La decisión de dejar marchar al delantero catalán al Hércules ha sido auspiciada por el máximo accionista del Elche, José Sepulcre. El director deportivo, Jorge Cordero, no tenía intención de permitir su salida y así lo ha dejado claro en varias ocasiones. Pero en los últimos días, la presión de Sepulcre ha sido tal, que, al final, han tenido que acceder.

La buena relación del empresario ilicitano con Juan Carlos Ramírez, con quien llegó a un acuerdo para comprarle la deuda y poder convertirla en acciones a través del convenio de acreedores; y supuestos compromisos que tenía con Enrique Ortiz, máximo accionistas del club alicantino, han permitido la operación, según aseguran fuentes cercanas al Hércules.

Pero, además, José Sepulcre siempre ha mantenido la postura de que Benja tenía que salir del Elche en el mercado de invierno. Así se lo ha manifestado en reiteradas ocasiones a la directiva franjiverde. El empresario ilicitano consideraba que su alto sueldo no se correspondía con su rendimiento y tampoco estaba aportando los goles que necesita el equipo.

Incluso, el máximo accionista de la entidad franjiverde estaba dispuesto a realizar un nuevo esfuerzo económico para intentar fichar otro delantero que aportara más que el delantero catalán, algo que no se va a poder producir porque la normativa no lo permite. Fuentes cercanas a Sepulcre también señalan que cuando ayer se enteró de que no podían firmar a nadie se llevó un buen disgusto porque su plan no había salido como pretendía.

Cesión y dos años más

Benja va a jugar cedido en el Hércules hasta final de la presente temporada y el club alicantino se va a hacer cargo de su ficha. Además, hay un acuerdo verbal mediante el cual el delantero catalán, que tiene firmado con el conjunto franjiverde lo que resta de esta campaña y otra más, ampliará su contrato con la entidad herculana por dos temporadas, además de una serie de premios por rendimiento y por lograr el ascenso.

Desde el Elche señalan que al final de la actual campaña volverán a tratar el tema, pero para que Benja accediera a salir, además de la presión del máximo accionista, el jugador también ha pedido condiciones ventajosas de cara al futuro. En caso de cumplirse estos parámetros, el futbolista de Terrassa podría finalizar su contrato con el Hércules con 34 años.

Despedida de sus compañeros

Benja Martínez acudió a primera hora de la mañana de ayer al estadio Martínez Valero para recoger sus botas, el resto de sus pertenencias personales y despedirse de los que han sido sus compañeros, especialmente de los que continúan de la temporada pasada con los que logró el éxito del ascenso a Segunda División.

Su marcha ha producido un vacío importante en el vestuario porque siempre ha destacado por su profesionalidad y por aportar todo lo que estaba en su mano para que hubiese un buen ambiente.