El mes de febrero va a marcar buena parte del devenir del Elche en la presente temporada. Después de lo que ocurra en los próximos tres partidos se conocerá el grado de sufrimiento que el conjunto ilicitano tendrá en lo que resta de competición y en su lucha por la permanencia.

De momento, en la clasificación oficial de LaLiga no se otorgan los puntos de los enfrentamientos frente al expulsado Reus, por que los franjiverde, que este fin de semana tenían que enfrentarse a los catalanes, continúan con 25. Todo hace indicar que ese va a ser el sistema hasta final de campaña y que, una vez que concluya la competición, para cumplimentar las estadísticas, se otorgarán los tres puntos a todos los equipos de LaLiga 123.

Con esta situación, el conjunto de Pacheta afronta dos encuentros de forma consecutiva en el estadio Martínez Valero. El próximo sábado (18 horas) recibirá al Oviedo y, a continuación, también sábado, el 16 de febrero, tocará enfrentarse en el coliseo ilicitano al Extremadura, un rival directo del Elche, que se ha reforzado con hasta nueve fichajes en el marcado de invierno -después de la venta de su goleador Enric Gallego- y que está apostando muy fuerte por su continuidad en la categoría de plata del fútbol español, aunque ayer dio un paso atrás con su derrota en casa frente al Sporting de Gijón (0-3)

En juego el gol-average

Además, será un envite de más de tres puntos porque entrará también en juego el «gol-average». En el choque disputado en el Francisco de la Hera, el resultado fue de empate a tres, por lo que, en caso de victoria, los franjiverdes podrían coger una distancia considerable, contando también que ya han pasado su jornada frente al Reus y los extremeños todavía lo tienen que hacer y se quedarán un encuentro sin la posibilidad de sumar puntos.

Por si fuera poca la importancia de los dos próximos encuentros en el Martínez Valero, a continuación, el fin de semana del 23-24 de febrero, será el turno de viajar a tierras gallegas para medirse a un Lugo que ha ido de más a menos en la competición. Los gallegos suman 26 puntos y están sólo un por encima del equipo de Pacheta y, al igual que sucede con el Extremadura, se quedará sin sumar en su jornada frente al Reus. El choque de la primera vuelta entre ilicitanos y lucenses finalizó con victoria del Elche, por 2-1, en lo que fue la primera victoria de los franjiverdes en la presente temporada. Por lo tanto, todo lo que no sea perder en el Anxo Carro sería un buen resultado.

Oxígeno o presión máxima

En el caso de sacar adelante los tres partidos (Oviedo, Extremadura y Lugo), que no es ninguna utopía porque dos serán en el Martínez Valero y el otro contra un rival directo que está en un mal momento, el Elche podría coger una ventaja considerable en la clasificación que le permitiría tener un último tercio de competición más tranquilo y sin la presión de ver rozándole los talones las plazas de descenso.

Sin embargo, si los resultados no son buenos, la presión que recaería sobre los futbolistas franjiverdes se encendería la luz de la alarma roja.

Pacheta y la dirección deportiva son consciente de esa situación y, por ello, están haciendo hincapié en que los fichajes que están llegando son para que ofrezcan «un rendimiento inmediato».

De hecho, para el choque del próximo sábado frente al Oviedo, Jesús Olmo, último incorporación en el mercado de invierno, será titular porque el técnico burgalés sólo dispone de dos centrales específicos: el defensa catalán y Dani Calvo, otro de los refuerzos de enero. Gonzalo Verdú tiene que cumplir un encuentro de sanción, mientras que Neyder Lozano continúa en su periodo de rehabilitación tras su operación en la zona del aductor.

Iván Sánchez también se encuentra lesionado y eso abre las puertas de la titularidad a Nacho Gil o a Alfred Planas porque Josan es, también, el único extremo específico en condiciones de jugar.

Febrero acaba de empezar y por delante hay 20 días cruciales para el futuro del Elche y para sus posibilidades de salvación.