Sory Kaba se ha salido finalmente con la suya. El delantero del Elche abono ayer su cláusula de rescisión de cuatro millones de euros y ha firmado cuatro temporadas y media en el Dijon, conjunto de la Ligue-1 de Francia que ocupa la quinta posición por la cola de la clasificación y que está luchando por evitar el descenso con el Caen, Amiens, Mónaco y Guingamp.

Poco después de las nueve de la noche de ayer, LaLiga confirmó al club ilicitano que el futbolista guineano había depositado el dinero de su cláusula y que, por lo tanto, dejaba plantada a la entidad franjiverde que no estaba dispuesta a dejarlo marchar por razones, principalmente, deportivas.

Ahora, el Elche tiene un mes extra para buscar un sustituto y uno de los jugadores que más posibilidades tiene de recalar en el equipo ilicitano es el delantero del Melilla Yacine, uno de los máximos goleadores de Segunda B, que ya estaba en la órbita de la comisión deportiva franjiverde, como publicó este diario el pasado 26 de diciembre.

Solo mercado nacional

El círculo se reduce mucho porque la legislación solo permite, en un caso especial como el del Elche, firmar futbolistas que jueguen en equipos españoles o extranjeros en paro. El Elche tiene la ventaja de que está solo en el mercado porque el resto ya no puede fichar.

Además, se da la circunstancia curiosa de que la operación de Sory la ha llevado la agencia de representación Rgfootball, que es la misma que lleva a Yacine y a los jugadores franjiverdes Gonzalo Verdú y José Juan.

La comisión deportiva que dirige Jorge Cordero tiene previsto conocer hoy de qué dinero dispone, tras la ampliación de límite salarial tras la salida del internacional guineano. Su intención es no dilatar mucho el fichaje de su sustituto. El Melilla no está dispuesto a dejar salir a su futbolista franquicia y remite a su cláusula, que asciende a unos 300.000 euros.

Eventos Petxina

El día de ayer fue muy intenso en las oficinas del Martínez Valero. La oferta del Dijon ascendía en un primer momento a tres millones de euros, algo que el Elche descartó rotundamente porque, si la hubiera aceptado, se podría haberse visto abocado a repartir el 50% con Eventos Petxina, que tiene ese porcentaje de derechos de todos los traspaso del club ilicitano, tras el acuerdo firmado por el expresidente José Sepulcre con la mercantil valenciana en 2011. No obstante, ese contrato está reclamado judicialmente y desde la entidad franjiverde sostienen que no es válido.

Posteriormente, el club francés estaba dispuesto a pagar los cuatro millones de la cláusula, pero en varios plazos. Eso hubiera significado un acuerdo entre clubes y, por tanto, un traspaso, que hubiera podido provocar la reclamación de su parte por Eventos Petxina. Además, el representante del delantero y el propio futbolista también tienen firmados los derechos del 50%, el 35 y 15, respectivamente.

Agencia Tributaria

Por otro lado, esta rocambolesca venta también cuenta con otro condicionante externo: el convenio particular que el club ilicitano tiene con la Agencia Tributaria que contempla que, en caso de venta de algún futbolista, Hacienda se queda con el 50% del dinero de la operación. Por lo tanto, de los cuatro millones, dos van a ir a las arcas del Fisco y los otros dos para el Elche. De estos últimos, 700.000 serán para el representante del futbolista por el 35% de sus derechos, mientras que Sory Kaba se ha comprometido a perdonar su parte porcentual del 15%.

Al final, económicamente la operación no le ha salido del todo mal al club ilicitano porque, a expensas de lo que ocurra con Eventos Petxina, que seguro que va reclamar su parte correspondiente, el Elche va a ingresar 1,3 millones limpios y, a su vez, ha reducido en dos millones su deuda con la Agencia Tributaria.

La intención de la entidad franjiverde era intentar frenar la salida del deleantero y venderlo este verano, cuando su cláusula, a partir de julio, pasaba a seis millones de euros. El planteamiento era cederlo al club que lo quisiera con una opción obligatoria de compra que se hubiera hecho efectiva en el mercado de invierno.

Como el contrato de ocho años con Petxina expira en noviembre, ya no hubiera tenido ese conflicto con la mercantil valenciana y la entidad franjiverde hubiese obtenido tres millones, menos la parte del representante, y otros tres hubieran ido a Hacienda. A pesar de ello, en el club no están descontentos del todo con la operación y ahora se centran en buscar un delantero.