Había que ganar y el Elche lo hizo. Independientemente del juego y de las sensaciones, lo que realmente le valía al conjunto ilicitano era conseguir una victoria que permite ver el futuro de otra forma y que sitúa a los franjiverdes en la décimo tercera posición -la mejor de toda la temporada- y alejarse a tres puntos de los puestos de descenso.
El conjunto de Pacheta finaliza la primera vuelta de la Liga con 24 puntos, lo que significa que en el ecuador de la competición tiene la mitad del camino recorrido y, sobre todo, a pesar de que las distancias son escuetas, tiene por detrás en la clasificación hasta nueve rivales, lo que permite disfrutar de un colchón considerable en la lucha hacia el objetivo.
El Elche sin hacer un encuentro brillante fue el justo vencedor. La diferencia entre hacerlo y no hacerlo era considerable y eso influyó en el aspecto mental de los jugadores franjiverdes.
El técnico del conjunto ilicitano alineó hasta tres de los fichajes de invierno en el once inicial. Edgar Badía, como se presumía, fue el portero titular y cuajó una gran actuación salvando a su nuevo equipo en varias ocasiones. Dani Calvo demostró que puede ser un central solvente en la zaga formando pareja con Gonzalo Verdú. Y el más discreto fue Nacho Gil, que no terminó de entrar en juego en la banda izquierda. En los últimos minutos salió el francés Karim Azamoum y, aunque tuvo poco tiempo, dejó algunas pinceladas de futbolistas experimentado.
De salida, el Elche salió con ganas, encerró al Nàstic en campo y dispuso de hasta cuatro ocasiones, dos de Javi Flores, una de Iván Sánchez y otra que Sory Kaba remató de forma inexplicable al aire, para adelantarse en el marcador.
Sin embargo, a partir del minuto 20, los tarraconenses se sacudieron el dominio, estuvieron más atentos en el centro del campo, donde el doble pivote Manuel Sánchez-Xavi Torres no encontraba su sitio, y Luis Barreiro se encontró con una espectacular parada de Edgar Badía que evitó el tanto catalán.
En el minuto 27, Fali protestó una falta sobre Sory Kaba y mandó «a tomar por culo» al auxiliar. El árbitro no tuvo más remedio que expulsarlo y dejó al Nàstic con hombre menos y con mucho partido por delante.
Pero curiosamente e incomprensiblemente el Elche se atascó con superioridad numérica e, incluso, el equipo de Enrique Martín estuvo mejor en la recta final del primer periodo. Los franjiverdes se desordenaron y los visitantes aprovecharon la situación y volvieron a poner en aprietos la meta de Edgar Badía con un remate de cabeza de Manu Barreiro que repelió el larguero.
El susto fue considerable e hizo contener la respiración a los pocos más de siete mil aficionados que se dieron cita en el estadio Martínez Valero. La llegada del descanso fue lo mejor que le pudo pasar al conjunto de Pacheta.
Doble cambio en el descanso
Al técnico franjiverde tampoco le gustó lo que estaba viendo y en el tiempo de asueto decidió realizar dos cambios. Quitó a Xavi Torres que no había entrado en juego -Manuel Sánchez jugó mucho mejor como único pivote- y puso a Benja acompañando a Sory en la delantera. Y sustituyó a un discreto Nacho Gil por Josan y el crevillentino le dio otra velocidad al juego y mucha más profundidad por la banda izquierda.
El Elche mejoró su fútbol, pero fue el Nàstic el que, de nuevo, dio un susto en un golpe franco de Abraham que despejó Edgar Badía en una felina estirada.
A partir de ahí, el partido fue un monólogo del conjunto ilicitano, que volvió a encerrar a los tarraconenses en su parcela. En apenas cuatro minutos se generaron hasta cuatro ocasiones de gol y a la cuarta llegó el premio. Iván Sánchez, el mejor jugador del Elche, recibió un balón dentro del área, recortó, se lo acomodó a su pierna izquierda y se sacó de la chistera un preciso disparo que se coló por toda la escuadra de la portería visitante (1-0).
Pacheta respiró aliviado porque sabía el significado que tenía ese gol. Muy mal tendrían que darse las cosas para no ganar el partido estando con un futbolista más.
Pero no fue tan fácil como pudo parecer. El Nàstic no se rendió y no le quedó más remedio que irse al ataque desguarneciendo su defensa. En una contra, Sory se quedó solo ante Bernabé y estrelló el balón en el poste y, poco después, Javi Flores también tuvo el segundo en sus botas.
Jugar mirando el reloj
La sentencia no llegaba y eso provocó cierto nerviosismo y que los jugadores del Elche estuvieran más atentos al reloj que a algunas jugadas. A pesar de ello, a los catalanes se les fue agotando la gasolina, aunque nunca se rindieron y lo intentaron siempre, pero sin apenas peligro.
El Elche jugaba con el resultado. Iván Sánchez fue cazado y volvió a recibir un golpe en su maltrecha costilla y Pacheta decidió reforzar el centro del campo haciendo debutar al francés Karim Azamoum, formando un trivote en el centro del campo junto a Manuel Sánchez y Javi Flores y pasando a Benja a la banda derecha, donde tantas veces jugó la temporada pasada.
Sólo restaba dejar pasar los minutos porque el tiempo avanzaba a favor de los franjiverdes. El balón estuvo más tiempo parado y en el centro del campo durante la recta final que en las proximidades de las dos áreas y cuando el reloj señalaba el minuto 93 el colegiado gallego Iglesias Villanueva determinó la conclusión del encuentro ante la celebración de toda la parroquia ilicitana que, como suele decir Pacheta, suspiró con una «paz» balsámica tras ver subir los tres puntos al casillero del Elche que eleva sus unidades a 24 y ve el tortuoso camino hacia la permanencia con muchas menos curvas.
Queda todavía media temporada por delante, va a tocar sufrir y mucho, pero en el mundo del fútbol las dinámicas y al autoestima son, en muchas ocasiones, determinantes y el triunfo de ayer debe aportar al vestuario del Elche la tranquilidad necesaria para afrontar las segunda parte de la competición convencido de que el objetivo se puede y se va a conseguir.
La diferencia con los últimos cuatro clasificados no es mucha, sólo tres puntos, pero verse en la décimo tercera posición también ayuda a ganar en confianza y a ver que en los primeros 21 kilómetros del largo maratón de 42 el conjunto de Pacheta ha sido mejor que hasta nueve rivales. Ahora la plantilla va a disfrutar de dos días de descanso para liberar la mente y a partir del miércoles comenzar a preparar la visita al líder Granada.
FICHA TÉCNICA:
ELCHE: Edgar Badía, Alexander, Gonzalo Verdú, Juan Cruz, Manuel Sánchez, Xavi Torres (Benja, m. 46), Javi Flores, Iván Sánchez (Karim, m. 72), Nacho Gil (Josan, m. 46) y Sory Kaba.
NÀSTIC: Bernabé, Salva Ferrer, Fali, Djetei, Abraham, Imanol García, Thioune, Pipa (Pol, m. 66), Javi Jiménez (Mikel, m. 30), Luis Suárez (Brugué, m. 80) y Manu Barreriro.
GOLES: 1-0 M. 59, Iván Sánchez.
ÁRBITRO: Iglesias Villanueva del colegio gallego. Expulsó con roja directa al visitante Fali (m. 27). Amonestó a Gonzalo Verdú (m. 48), Manuel Sánchez (m. 70), Luis Suárez (m. 70), Thioune (m. 82) y a Abraham (m. 90).
ESTADIO: Martínez Valero, ante 7.248 espectadores.
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