Francis Uzoho y Sory Kaba fueron la cara y la cruz en el Elche que ayer se midió al Sporting. Pacheta apostó por el portero nigeriano, que ha estado ausente durante el último mes por una lesión en el costado, y no le pudo salir mejor. El guardameta cedido por el Deportivo de La Coruña completó un gran partido, se mostró muy seguro y en el minuto 55 protagonizó un auténtico paradón, en un remate a bocajarro, cuando ya se cantaba el gol del Sporting. Incluso, el conjunto asturiano falló un penalti que Blackman tiró fuera.

El joven portero africano impone debajo de los palos con su enorme físico y volvió a brillar, aunque, como señaló Pacheta al final del partido, «tiene que mejorar todavía algunos aspectos».

Y si Francis fue la cara, Sory fue todo lo contrario. El goleador franjiverde está atravesando una mala racha, acumula cinco partidos sin marcar y ayer se mostró apático y desquiciado. Al igual que la semana anterior en el Nuevo Arcángel de Córdoba, su rendimiento estuvo muy por debajo del jugador que deslumbró jornadas atrás y se convirtió en una de las sensaciones de toda la Segunda División.

Pacheta también terminó desquiciado y lo cambió en el descanso por Benja. El técnico no estaba contento con su actitud y antes del tiempo de asueto ya mandó calentar al catalán.

Al igual que sucede con Francis, Sory es todavía muy joven y debe aprender ciertas cosas, aunque tampoco se le puede cargar de toda la presión en la faceta goleadora del conjunto ilicitano.

En el encuentro de ayer también quedó demostrado la buena relación y la admiración mutua que se tienen Pacheta y el nuevo entrenador del Sporting de Gijón, José Alberto López. Ambos se vieron las caras en el «play-off» de la temporada pasada cuando el preparador asturiano dirigía al filial y, a pesar de la dura eliminación del Sporting B con el inolvidable gol de Nino, no dudó en felicitar y dar la enhorabuena a buena parte de la expedición franjiverde y a algunos periodistas.

Ahora se han visto las caras en la categoría de plata y antes del partido el entrenador del Elche fue a buscarlo, se fundieron en un abrazo y estuvieron dialogando. Al final del choque, en la sala de Prensa, se repartieron elogios, algo que como dijo Pacheta es, últimamente, poco habitual en el gremio de los entrenadores.