El Elche empató en el Nuevo Arcángel un partido que tenía ganado hasta el minuto 83. El extremo jienense Iván Sánchez adelantó a los franjiverdes en el 44, tras una buena primera mitad, pero los franjiverdes entregaron el encuentro en la reanudación, perdieron el centro del campo y el Córdoba, a base de corazón, más que de cabeza, logró la igualada a siete minutos para el final.
Al conjunto de Pacheta le faltó valentía en la segunda parte para sentenciar un duelo en el que tenía todo a su favor. Pocas veces los ilicitanos lo tendrán tan fácil para noquear a un rival demasiado blando atrás y con muchas lagunas en su estilo de juego. El Elche jugó con fuego y al final se quemó. Le faltó oxígeno a muchos de sus futbolistas, también oficio para defenderse a partir de tener el balón en propiedad y, los cambios, llegaron demasiado tarde. Faltó una buena lectura del encuentro.
Para colmo de males, Josan vio la segunda cartulina amarilla en el minuto 89 y no podrá jugar el próximo domingo ante el Sporting (18 horas) en el Martínez Valero.
Estadísticamente, el punto puede saber bien porque te permite sumar y deja a un rival directo metido ahí abajo, pero, tras lo acontecido sobre el campo, quedó la sensación de que se habían regalado dos puntos. Y tal como está la Segunda División hacer de dadivosos resulta peligroso y, por este camino, el ganar fuera resulta ya una hazaña, no un reto como predica Pacheta. Todo estuvo a favor para derribar al Córdoba y no se tuvo el instinto asesino para sentenciar un encuentro que estaba de su lado.
Este Elche volvió a mostrar dos caras muy distintas. Al igual que el doctor Jekyll y mister Hyde, los franjiverdes tuvieron dos identidades o personalidades con características opuestas entre sí. Todo lo bueno de los primeros 45 minutos contrastó con lo acontecido tras el descanso.
El conjunto de Pacheta tardó 44 minutos en poner el marcador de su lado, tras un potente zurdazo de Iván Sánchez, que se coló dentro de la portería cordobesa. Durante esos primeros 45 minutos Borja Martínez estrelló un balón en el larguero y Xavi Torres lo hizo en el palo izquierdo de la meta de Carlos Abad. Además, Sory Kaba y Neyder tuvieron dos oportunidades muy claras en las que el cancerbero local ganó la partida.
Pacheta introdujo en su once inicial dos cambios. Xavi Torres ocupó la plaza de Manuel Sánchez, mientras que Borja regresó al equipo dejando en el banquillo a Josan. Una escuadra con argumentos futbolísticos en la medular con Javi Flores y Gonzalo Villar en la sala de máquinas, con Iván Sánchez y Borja mostrando su velocidad por las bandas.
Tras el descanso, Curro Torres bajó un hombre más al centro del campo, ordenó su equipo, que en la primera mitad jugó muy partido, y le ganó el pulso a los franjiverdes en el centro del campo.
El Elche se dedicó a especular con el resultado. Creyó que podía llegar al final despejando balones sin ton ni son desde su área sin darse cuenta que en la siguiente jugada volvía a comenzar otra acción de ataque de los andaluces.
Los ilicitanos cayeron en la trampa al entender que tenían todo controlado, pero, en el minuto 83, cuando Pacheta se disponía a sacar al campo a Nino, que debió estar sobre el césped mucho antes para ganar efectivos en la medular y con Sory fuera del duelo, marcó De las Cuevas. Incluso pudo terminar peor el encuentro si en la última jugada el extremo alicantino acierta a meter en la portería franjiverde un remate de cabeza. En esta ocasión José Juan se mostró certero y evitó la debacle.
Pacheta tardó demasiado en realizar los cambios en un equipo que fue perdiendo oxígeno con el paso de los minutos, se dejó correr demasiado el reloj sin acometer soluciones y el empate final deja un mal sabor de boca, demasiado amargo. Se hicieron tantas cosas bien en el inicio, que luego sorprende la manera de actuar de los ilicitanos en la reanudación.
La entrada de Nino en el campo debió producirse mucho antes para ganar la medular y tratar de encauzar el duelo por los mismos derroteros que el primer período, se equivocó el camino y como castigo llegó el 1-1. De jugar para golear en la primera parte se pasó a entregar las llaves de la victoria al oponente.
De esta forma, los franjiverdes dejaron pasar una gran oportunidad para abrir hueco con los equipos de la parte abajo de la clasificación y, a la vez, para sentenciar a un rival directo como el Córdoba que está muy tocado y que si no mejora va a tener muy complicado escapar de la quema. Sumar siempre es bueno, pero el punto de ayer sabe amargo.
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